Bebidas frías y ejercicio: ¿una mala combinación? Conoce la respuesta aquí.
Bebidas frías y ejercicio: ¿una mala combinación? Conoce la respuesta aquí. Foto: IA

¿Es peligroso tomar bebidas frías después del ejercicio? La ciencia responde

| 09 abril 2025

Después de una rutina intensa, muchos optan por hidratarse con bebidas frías. Sin embargo, algunos expertos señalan que esto podría generar molestias o incluso efectos adversos.

De acuerdo con el neumólogo peruano Julio Cachay, consumir líquidos muy fríos puede provocar espasmos en la faringe o incluso causar una sensación de asfixia momentánea, especialmente si se bebe de forma apresurada tras el esfuerzo físico.

No solo las bebidas frías. Consumir mucho azúcar luego de hacer ejercicio también puede ser dañino. Foto: composición GLR/difusión

No solo las bebidas frías. Consumir mucho azúcar luego de hacer ejercicio también puede ser dañino. Foto: composición GLR/difusión

Lo que dice la ciencia

Estudios del Journal of the International Society of Sports Nutrition han demostrado que la temperatura del líquido puede influir en la velocidad de vaciamiento gástrico.

Las bebidas frías tienden a refrescar más rápido y promover la recuperación térmica, pero si se ingieren bruscamente pueden generar contracciones musculares reflejas o dolor torácico, como lo explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Un estudio británico de la University of Portsmouth concluyó que beber agua fría puede ser beneficioso en climas calurosos, ya que reduce la temperatura corporal más eficazmente. Sin embargo, recomiendan hacerlo lentamente para evitar efectos adversos como náuseas o sensación de “shock digestivo”.

¿Qué recomiendan los expertos al hidratarse después del ejercicio?

Después del ejercicio, los expertos recomiendan hidratarse de forma progresiva con agua a temperatura fresca, evitando que esté demasiado fría para no causar espasmos o molestias digestivas.

Según el Journal of the International Society of Sports Nutrition, lo ideal es beber en sorbos pequeños durante los 30 minutos posteriores a la actividad para favorecer la absorción y mantener el equilibrio de electrolitos. La hidratación debe comenzar incluso antes de sentir sed.

  1. Evita lo extremadamente frío: opta por agua fresca, no helada, especialmente después de actividades intensas
  2. Bebe en sorbos: la velocidad de consumo es clave. Beber poco a poco ayuda a una mejor absorción y evita espasmos
  3. Escucha a tu cuerpo: si sientes molestias al tomar bebidas frías, opta por temperaturas neutras.