Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la comunidad científica ha trabajado incansablemente para desarrollar tratamientos efectivos. Entre las innovaciones más prometedoras se encuentran los antivirales orales, que ofrecen una alternativa práctica y accesible para combatir el coronavirus.
Estos medicamentos han demostrado ser eficaces en la reducción de la gravedad de la enfermedad y en la prevención de complicaciones severas.

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Antivirales orales contra el COVID-19: evidencia científica respalda la eficacia
Estudios publicados en revistas de renombre como The Lancet han señalado que la administración temprana de antivirales orales puede mitigar la carga de hospitalizaciones y facilitar la profilaxis postexposición, además de reducir las secuelas post-COVID-19.
Investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) han enfatizado la importancia de completar las fases finales de estudio para lograr su comercialización y disponibilidad generalizada.

Las variantes de COVID-19 podrían estar en casa sin que lo sepas. Foto: composición GLR/difusión
El antiviral Paxlovid (nirmatrelvir potenciado con ritonavir) ha sido aprobado por la FDA para el tratamiento de COVID-19 en adultos con alto riesgo de progresión a enfermedad grave. Un ensayo clínico mostró que este medicamento redujo el riesgo de hospitalización y muerte en un 87% en pacientes no vacunados con riesgo elevado.
Además de disminuir la necesidad de hospitalización, los antivirales orales pueden desempeñar un papel crucial en la disminución de la transmisión del virus y en la prevención de secuelas a largo plazo asociadas al COVID-19. La facilidad de administración y la posibilidad de tratamiento ambulatorio los convierten en una herramienta valiosa en la estrategia global contra la pandemia.
¿Cuándo se deben tomar estos antivirales?
Los antivirales orales para el COVID-19, como Paxlovid, deben administrarse lo antes posible tras el diagnóstico y dentro de los primeros cinco días desde la aparición de síntomas. Iniciar el tratamiento en este período maximiza su eficacia para reducir la progresión a una enfermedad grave.
La pauta recomendada para Paxlovid es de dos tomas diarias durante cinco días consecutivos. Es esencial completar el ciclo completo para asegurar la máxima efectividad del tratamiento.