Reemplazar el huevo en recetas de postres y platos salados es una opción cada vez más popular para quienes siguen dietas veganas, tienen alergias alimentarias o simplemente buscan alternativas más saludables. El reemplazo del huevo no solo es posible, sino que también puede aportar beneficios nutricionales adicionales, sin comprometer el sabor ni la textura de los platillos.

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Existen diversas alternativas al huevo en la cocina, cada una con características únicas que las hacen ideales para diferentes tipos de preparaciones. Desde aguafaba hasta puré de manzana o semillas de chía, los sustitutos pueden replicar funciones esenciales del huevo como aglutinar, aportar humedad y mejorar la textura. Si estás buscando formas efectivas de reemplazar el huevo en tus recetas, aquí te mostramos 10 opciones que funcionan perfectamente tanto en platos dulces como salados.
Los mejores sustitutos del huevo

El reemplazo del huevo no solo es posible, sino que también puede aportar beneficios nutricionales adicionales.
Existen múltiples alternativas que pueden sustituir el huevo en diversas recetas, tanto dulces como saladas. Aquí te presentamos las opciones más recomendadas:
- Linaza molida:
Una cucharada de linaza molida combinada con tres cucharadas de agua forma una mezcla gelatinosa que actúa como aglutinante. Ideal para galletas, muffins, pasteles densos y albóndigas, además aporta fibra soluble y grasas saludables. - Semillas de chía:
Al mezclarse con agua, las semillas de chía crean un gel espeso que funciona como aglutinante en muffins, panes integrales y hamburguesas vegetarianas. Son ricas en omega-3 y fibra, lo que las convierte en una opción nutricionalmente densa. - Acuafaba (agua de garbanzos):
El líquido viscoso de los garbanzos puede batirse hasta formar picos firmes, similar a las claras de huevo. Es perfecto para hacer merengues, mousse, pavlovas y mayonesa, además de ser útil en recetas horneadas como brownies y panqueques. Su sabor neutro la hace ideal tanto para recetas dulces como saladas. - Puré de manzana:
Reemplaza un huevo por cada ¼ de taza de puré de manzana. Aporta humedad y un toque de dulzor natural, ideal para productos horneados como pasteles, muffins y brownies. Además, ofrece beneficios nutricionales como fibra y antioxidantes. - Banana madura pisada:
Usada en una proporción de ¼ de taza por huevo, la banana madura es excelente para panes y muffins, especialmente aquellos con sabores intensos como chocolate y vainilla. Aporta dulzor, humedad y puede combinarse con aceite para equilibrar la grasa del huevo.

Ajustar las recetas es clave cuando se reemplaza el huevo, ya que algunos sustitutos requieren modificaciones en la cantidad de azúcar o grasa.
- Tofu sedoso:
Con una textura cremosa, el tofu sedoso es perfecto para horneados, quiches, frittatas y salsas. Un cuarto de taza sustituye a un huevo, y es rico en proteínas completas, calcio y hierro, adaptándose fácilmente a los sabores del plato. - Yogur griego:
Se utiliza en una proporción de ¼ de taza por huevo, aportando cremosidad y suavidad a productos horneados como panqueques y bizcochos. Sin embargo, su sabor ácido no es del gusto de todos, por lo que es recomendable probarlo antes de usarlo en una receta. - Puré de calabaza o batata:
Estos purés ricos en almidón sirven como aglutinantes y aportan humedad a preparaciones dulces y saladas. Son ideales para panes, galletas y albóndigas, además de ofrecer un perfil nutricional valioso, con vitaminas A, C y E. - Agua carbonatada:
Media taza de agua con gas puede reemplazar un huevo en recetas que requieren esponjosidad, como pasteles ligeros o waffles. Su carbonatación ayuda a incorporar aire, pero su efecto puede ser menos estable, por lo que se recomienda experimentar con precaución. - Mezcla de bicarbonato y vinagre:
Una cucharadita de bicarbonato de sodio y una cucharada de vinagre blanco o de manzana genera una reacción efervescente que actúa como leudante. Es útil para recetas como muffins, cupcakes o bizcochos, aunque su efecto puede ser irregular.
Consejos prácticos y limitaciones
Ajustar las recetas es clave cuando se reemplaza el huevo, ya que algunos sustitutos requieren modificaciones en la cantidad de azúcar o grasa. El equilibrio químico de las preparaciones puede volverse impredecible, especialmente en la repostería. Por ejemplo, en recetas como el turrón, donde las reacciones químicas son esenciales, la profesora Genevieve Meli, del Culinary Institute of America, recomienda no improvisar. En postres que requieren la separación de claras y yemas, acuafaba es ideal para las claras y gel de linaza funciona bien para las yemas.
Aunque sustitutos como agua carbonatada y bicarbonato con vinagre pueden aportar esponjosidad, su inestabilidad limita su uso, por lo que se recomienda precaución. Reemplazar el huevo no solo responde a alergias o dietas veganas, sino también a la economía, dada la subida del precio del huevo. Además, estos ingredientes aportan proteínas vegetales, fibra y antioxidantes, mejorando el valor nutricional de las recetas y ofreciendo opciones sostenibles y versátiles.