Las personas con alguna enfermedad grave a menudo siguen una dieta demasiado restrictiva que, además de resultar insulsa, puede perjudicar su recuperación porque no cubre la energía y los nutrientes que necesitan. En el caso del cáncer de páncreas, como explica la dietista-nutricionista Alicia Calleja, de la Universitat Oberta de Catalunya, “suele asociarse a una desnutrición relacionada con la enfermedad”, ya que los pacientes pierden apetito y tienen dificultades para digerir y absorber todos los componentes de los alimentos.

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Esta desnutrición comienza desde el diagnóstico y tiende a agravarse según el tratamiento que se reciba. Calleja enfatiza que el manejo nutricional y dietético debe estar presente durante todo el proceso oncológico para minimizar la pérdida de peso, fortalecer al paciente y mejorar su calidad de vida.
Adaptaciones nutricionales antes y después de la cirugía

Presentar los platos de forma atractiva y adaptarlos al apetito del paciente puede favorecer la adherencia a la dieta durante el tratamiento del cáncer de páncreas.
Cuando el cáncer de páncreas es operable, es esencial preparar al paciente nutricionalmente antes de la cirugía para que llegue en el mejor estado posible. Luego de la intervención, la digestión y absorción pueden verse seriamente comprometidas por la pérdida parcial o total del páncreas, lo que obliga a adaptar la dieta para que los alimentos sean más fácil de digerir y ofrecer mayor densidad nutricional.
En pacientes con tumores no operables o que se encuentran en tratamientos como quimioterapia o inmunoterapia, también es clave asegurar que todas sus necesidades nutricionales sean cubiertas. Calleja recomienda repartir las comidas durante el día y concentrar la energía y los nutrientes en pequeñas porciones para contrarrestar la falta de apetito.
Alimentos sorprendentes y prácticas para una dieta funcional
La guía Cáncer de páncreas: alimentación y calidad de vida, elaborada por Acanpan y la Fundación Más que Ideas, propone opciones alimenticias que pueden sorprender por su valor nutritivo. Algunas de las sugerencias destacadas son:

Una alimentación adecuada, adaptada a cada etapa del tratamiento, puede mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de desnutrición en personas con cáncer de páncreas.

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- Lentejas estofadas con arroz
- Ensaladas enriquecidas con frutos secos
- Pescados grasos, como el salmón
- Tortilla de patatas preparada con aceite de oliva virgen extra
- Platos que combinan legumbres, verduras y proteínas magras, como la lasaña de atún o el salteado de pasta con champiñones
Además, se recomienda prestar atención a detalles prácticos: la presentación del plato, aprovechar los momentos del día con mayor apetito (como desayuno o media mañana), evitar el olor de la cocina si el paciente siente repulsión, y adaptar recetas para quienes tienen intolerancias o restricciones alimentarias. También se sugiere el uso de enzimas pancreáticas cuando sea necesario para favorecer la digestión, siempre bajo prescripción médica.