Cocer las verduras con bicarbonato de sodio es un truco antiguo que ha ganado popularidad en los últimos años por su eficacia en la oficina. Esta técnica, recomendada ya en 1920 por la revista estadounidense American Cookery, se basa en que el bicarbonato ayuda a ablandar el agua, acelerando la cocción y mejorando la textura de ciertos alimentos como garbanzos y repollo. A pesar de sus raíces en la cocina tradicional, este método sigue vigente y es valorado por quienes buscan mantener el sabor y apariencia de las verduras al hervirlas.
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El uso del bicarbonato de sodio es especialmente útil para las verduras de hoja verde como el brócoli, espinacas, alcachofas y col rizada, entre otras. Según expertos culinarios, el bicarbonato crea un ambiente alcalino en el agua de cocción que ayuda a preservar el color vibrante de las verduras, manteniendo la clorofila intacta y evitando que el tono verde se apague durante el proceso de cocción.
Hervir verduras con bicarbonato de sodio
El uso del bicarbonato de sodio es especialmente útil para las verduras de hoja verde como el brócoli.
Cuando se hierven verduras en agua pura, el ambiente ácido puede provocar que la clorofila, el pigmento responsable del color verde, pierda su magnesio central y se transforme, dando lugar a un color marrón o grisáceo poco atractivo. El bicarbonato de sodio, al hacer el agua alcalina, evita que esto ocurra. De este modo, se mantiene el tono verde intenso y apetitoso que hace que las verduras luzcan frescas y nutritivas.
Este proceso no solo mejora la apariencia, sino que también favorece que las verduras conserven más vitaminas y antioxidantes, elementos clave para una alimentación saludable. Por eso, muchos chefs y expertos en nutrición recomiendan este método, aunque aclarando que debe aplicarse únicamente a verduras de hoja verde como alcachofas, espárragos, repollitos de Bruselas, lechuga, arvejas y col rizada.
Cómo usar bicarbonato de sodio para hervir verduras verdes
Cocer las verduras con bicarbonato de sodio es un truco antiguo que ha ganado popularidad en los últimos años.
Si quieres probar este truco en casa y aprovechar todos sus beneficios, sigue esta sencilla guía:
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- Llena una olla grande con 1.5 a 2 litros de agua, suficiente para cubrir las verduras.
- Añade una pizca pequeña de bicarbonato de sodio (aproximadamente 1/8 de cucharadita).
- Pon el agua a hervir.
- Cuando hierva, incorpora las verduras verdes frescas.
- Cocina hasta que estén tiernas y mantengan un color verde brillante.
- Inmediatamente, pasa las verduras a un tazón con agua helada para detener la cocción y fijar el color (durante 1 o 2 minutos).
- Escurre y sirve.
Este método es sencillo, económico y efectivo para mantener las verduras más atractivas y nutritivas en tu mesa. Además, acelera la cocción sin necesidad de usar ingredientes químicos o conservantes.
