Lavar las fresas bajo el caño es el método más común, pero no el más efectivo. Debido a su superficie porosa, esta fruta tiende a retener residuos de pesticidas incluso después del enjuague. Según el Centre for Science and Environment (CSE), el agua fría elimina solo entre un 75% y 80% de los químicos. Además, la humedad excesiva generada durante el remojo puede acelerar la aparición de moho.
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Cómo lavar fresas correctamente, sin alterar su sabor
El bicarbonato de sodio se ha convertido en una solución sencilla y eficaz. Su capacidad para neutralizar residuos químicos lo hace ideal para frutas delicadas como las fresas. Según Changmou Xu, especialista en procesamiento de alimentos de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, remojarlas en una solución de bicarbonato de sodio es la mejor alternativa para asegurarse de que están libres de sustancias dañinas. Para aplicarlo correctamente:
- Disuelve una cucharadita de bicarbonato en un litro de agua fría.
- Remoja las fresas entre cinco y diez minutos.
- Enjuaga bien con agua limpia.
- Seca con papel o un paño limpio antes de consumirlas o guardarlas.
- Este método conserva el sabor y la textura original de la fruta sin agregar sabores indeseados, como sí sucede con el vinagre.
El bicarbonato de sodio se ha convertido en una solución sencilla para lavar las fresas.
Lo que no debes hacer al limpiar tus fresas
Ni el jabón ni los detergentes comerciales están permitidos. Organismos como la FDA y los CDC de Estados Unidos desaconsejan su uso por el riesgo de dejar residuos. También se recomienda evitar el vinagre si se desea conservar el sabor auténtico. Otro error común es lavar las fresas apenas se compran, lo ideal es hacerlo justo antes de comerlas.
¿Qué otras opciones circulan en redes?
Algunas personas usan sal para eliminar pequeños insectos o larvas. Aunque útil en ciertos casos, no es tan eficaz contra pesticidas. Otros combinan vinagre con bicarbonato en agua, una fórmula que puede ser efectiva, siempre que se enjuague muy bien para evitar alteraciones en el sabor.
Cómo guardarlas para que duren más
Después del lavado, hay que secarlas completamente. La humedad acelera la descomposición. También conviene eliminar las fresas con moho o zonas blandas, ya que contaminan a las demás. Lo mejor es almacenarlas en un frasco de vidrio o recipiente hermético, sin apilar y en frío, lo que permite mantenerlas frescas hasta por una semana.
Lavar las fresas de manera correcta no es complicado. Solo requiere un cambio de hábito que puede marcar una gran diferencia en tu salud y en la calidad de lo que comes. El bicarbonato, económico y fácil de usar, se perfila como la mejor opción para quienes buscan frutas limpias, sin pesticidas ni químicos innecesarios.
