Los embutidos en la mira: un riesgo cotidiano.
Los embutidos en la mira: un riesgo cotidiano.

Embutidos cancerígenos: Cada hot dog que comes te quita 36 minutos de vida, según estudio

|26 mayo 2025

El consumo frecuente de embutidos como el hot dog, el jamón o el salchichón podría ser más peligroso de lo que parece. Un estudio de la Universidad de Michigan reveló que comer un solo hot dog puede reducir tu expectativa de vida en 36 minutos. La razón: su alto contenido de sodio, grasas saturadas, nitritos y aditivos conservantes, sustancias relacionadas con enfermedades cardiovasculares y cáncer.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había clasificado en 2015 a las carnes procesadas como “cancerígenas del Grupo 1”, el mismo grupo que el tabaco y el asbesto, al asociarlas directamente con el cáncer colorrectal.

¿Qué dicen los expertos en salud?

La nutricionista española Carmen Escalada, citada en Men’s Health, advierte que estos productos deben ser de consumo esporádico, no diario. “Los embutidos son fáciles, sabrosos y baratos, pero están llenos de sal, grasas trans y aditivos que afectan al sistema cardiovascular y digestivo”, señala.

El cardiólogo peruano Luis Paredes coincide: “La acumulación de grasas saturadas y conservantes químicos en la sangre incrementa el riesgo de arteriosclerosis y enfermedades coronarias. Es un asesino lento”.

Instituciones sanitarias de Estados Unidos también han alertado sobre los problemas del consumo frecuente del hot dog. Foto: composición GLR/difusión

Instituciones sanitarias de Estados Unidos también han alertado sobre los problemas del consumo frecuente del hot dog. Foto: composición GLR/difusión

¿Qué es lo que hace que un hot dog “reste minutos de vida”?

Un hot dog puede restar minutos de vida debido al efecto acumulativo de sus componentes sobre la salud metabólica y cardiovascular.

Investigadores de la Universidad de Michigan, en un estudio publicado en la revista Nature Food (2021), analizaron el impacto de más de 5.800 alimentos sobre la salud humana. Concluyeron que los alimentos ultraprocesados, como los hot dogs, provocan inflamación crónica, alteración del microbioma intestinal y estrés oxidativo, lo cual deteriora funciones celulares clave a largo plazo.

Además, la carga calórica desbalanceada de estos productos —alta en grasas saturadas, sodio y proteínas procesadas— contribuye a la obesidad, hipertensión y resistencia a la insulina.

Estas condiciones están directamente asociadas con una menor esperanza de vida, según reportes del National Institutes of Health (NIH) y la American Heart Association (AHA). Aunque un hot dog por sí solo no es letal, su consumo regular forma parte de patrones alimenticios dañinos que, en conjunto, aceleran el deterioro sistémico del cuerpo.