El diente de león (Taraxacum officinale) ha sido utilizado por siglos en la medicina tradicional por sus propiedades depurativas. Esta infusión natural es reconocida por sus efectos positivos en el sistema hepático y urinario, gracias a sus compuestos antioxidantes y diuréticos.
Según un estudio publicado en Food and Chemical Toxicology, el extracto de diente de león ayuda a reducir la acumulación de grasa en el hígado, lo que la convierte en una opción prometedora para quienes padecen hígado graso no alcohólico (NAFLD).
¿Cómo actúa esta infusión sobre el hígado y los riñones?
El consumo regular de esta infusión estimula la producción de bilis, facilita la digestión de grasas y favorece la eliminación de toxinas a través de la orina. La Universidad de Maryland Medical Center también respalda su uso como apoyo en el tratamiento de trastornos hepáticos leves y retención de líquidos.
Además, nutricionistas como la Dra. Cynthia Sass destacan que “el diente de león tiene efectos diuréticos suaves que ayudan a reducir la hinchazón y apoyar la función renal”.
Consume el té de diente de león y descubre sus grandes beneficios para tu salud. Foto: composición GLR/difusión
¿Cómo preparar la infusión de diente de león?
Ingredientes:
- 1 cucharada de raíces secas o 1 bolsita de té de diente de león
- 1 taza de agua (aproximadamente 250 ml)
Preparación:
- Hierve el agua en una olla pequeña o tetera.
- Si usas raíces secas, agrégalas al agua hirviendo y deja hervir a fuego lento durante 10 minutos.
- Si usas una bolsita de té, simplemente colócala en una taza y vierte el agua caliente sobre ella. Deja reposar entre 5 y 10 minutos.
- Cuela las raíces si es necesario.
- Puedes añadir unas gotas de limón o una cucharadita de miel si deseas suavizar el sabor amargo.
Cómo consumirla:
- Se recomienda beber una taza al día, preferiblemente en la mañana o en ayunas para potenciar su efecto depurativo.
- Tómala durante una o dos semanas seguidas, luego descansa al menos una semana antes de reanudar su consumo regular.
