En el 2013, la dieta Mediterránea logró ser incluida en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la Unesco.
En el 2013, la dieta Mediterránea logró ser incluida en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la Unesco.

La dieta Mediterránea: el tesoro gastronómico que protege tu corazón y es Patrimonio de la Humanidad

| 25 marzo 2025

La dieta mediterránea no solo es una de las formas de alimentación más saludables del mundo, sino que también ha sido reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco debido a su impacto positivo en la salud y su arraigo en las tradiciones de varias regiones.

Su valor va más allá de la gastronomía, pues numerosos estudios avalan sus beneficios para el corazón y la prevención de diversas enfermedades.

Un legado cultural que cuida tu salud

La dieta mediterránea se basa en el consumo de alimentos frescos y naturales como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, aceite de oliva y pescado. Según el Programa de Prevención del Alzheimer del Barcelona Beta, esta dieta no solo mejora la función cardiovascular, sino que también contribuye a la salud cerebral, reduciendo el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Investigaciones recientes destacan que esta alimentación también disminuye el riesgo de cáncer relacionado con la obesidad, gracias a su bajo contenido en grasas saturadas y azúcares refinados. Además, un estudio de National Geographic resalta su papel en la longevidad, pues en las regiones donde se sigue esta dieta, como en Grecia e Italia, la población presenta mayores tasas de expectativa de vida.

Comida ultraprocesada puede generar problemas de salud. Foto: composición GLR/difusión

Comida ultraprocesada puede generar problemas de salud. Foto: composición GLR/difusión

Uno de los principales beneficios de la dieta mediterránea es su impacto positivo en la salud cardiovascular. Gracias al consumo habitual de aceite de oliva y pescados ricos en ácidos grasos omega-3, esta dieta ayuda a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y a aumentar el colesterol bueno (HDL).

Según la Fundación Pascual Maragall, este tipo de alimentación también disminuye la presión arterial y el riesgo de infartos.

Más allá de la salud, la dieta mediterránea promueve un estilo de vida sostenible, basado en el consumo responsable de alimentos locales y de temporada.

Su reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2010 refleja su importancia no solo para la salud, sino también para la preservación de las costumbres culinarias y la biodiversidad.