Dormir bien y mantener una buena alimentación parecen objetivos difíciles de combinar, pero hay una fruta que podría ayudarte con ambos. La piña además de ser deliciosa, es rica en melatonina y antioxidantes, lo que la convierte en una opción ideal para incluir en tu cena.
Piña para dormir mejor: ¿mito o realidad?
Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y diversos estudios científicos, la piña es una de las frutas que más estimulan la producción natural de melatonina, la hormona encargada de regular el sueño. Comer piña por la noche ayuda a elevar los niveles de esta hormona, facilitando un descanso más profundo y reparador.
Asimismo, la piña contiene bromelina, una enzima que mejora la digestión y evita esa sensación de pesadez que a veces nos impide conciliar el sueño tras la cena.
Más allá de sus beneficios para el sueño, la piña es una bomba de antioxidantes. Estos compuestos combaten los radicales libres, responsables del envejecimiento celular y el deterioro de los tejidos.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista "Nutrients", consumir alimentos ricos en antioxidantes antes de dormir favorece la recuperación celular durante la noche. La piña, en particular, aporta vitamina C, manganeso y compuestos antiinflamatorios que fortalecen el sistema inmunológico mientras descansas.
¿Cómo incluir la piña en la cena?
Incorporar esta fruta en tu cena es más sencillo de lo que crees:
- En rodajas frescas como postre ligero.
- En batidos con yogur o leche vegetal.
- En ensaladas con espinaca, pollo o aguacate.

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¿Qué vitaminas y minerales aporta la piña?
Además de la vitamina C, la piña es una buena fuente de manganeso, esencial para el metabolismo y la salud ósea, y contiene vitamina B9 (ácido fólico), importante para la formación de glóbulos rojos.