Las pausas activas son intervalos cortos de actividad física que se realizan durante la jornada laboral con el objetivo de romper la rutina sedentaria. Estas pausas, que pueden durar entre 3 y 10 minutos, contribuyen a disminuir la fatiga muscular, mejorar la circulación, prevenir lesiones osteomusculares y reducir el estrés, de acuerdo con la Universidad de Boyacá en su cartilla educativa sobre el tema.
Lejos de ser una moda, están respaldadas por la ciencia. Diversos estudios coinciden en que la falta de movimiento durante horas frente al computador puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, trastornos posturales y problemas de salud mental. En contraste, las pausas activas activan el sistema neuromuscular y mejoran el estado de ánimo.
Perú: Más de 10 mil trabajadores ya se benefician, según Essalud
El impacto de esta práctica va más allá de los datos académicos. En Perú, el Centro de Prevención de Riesgos del Trabajo (CEPRIT) de EsSalud ha implementado pausas activas en 137 empresas, beneficiando a más de 10.000 asegurados en lo que va del 2025.
“La pausa activa es una herramienta poderosa para reducir el estrés laboral y mejorar la productividad. Con solo 3 a 5 minutos diarios, se pueden obtener beneficios significativos”, explicó la doctora Denisse Chávez, gerenta de Oferta Flexible de EsSalud.

Recuerda moverte cada cierto tiempo para evitar el sedentarismo en el trabajo. Foto: composición GLR/difusión
Además, estas pausas no se aplican de forma aislada: CEPRIT capacita a líderes dentro de cada oficina para que puedan guiar las rutinas diariamente, creando así una cultura laboral más saludable y colaborativa.
¿Trabajas desde casa? También puedes aplicarlas
El Politécnico Grancolombiano, en su guía para el trabajo remoto, destaca la importancia de realizar pausas activas en casa para mantener la postura, prevenir dolores musculares y despejar la mente. Recomiendan ejercicios sencillos como estiramientos de cuello, rotación de hombros, respiración consciente y caminatas breves por la habitación.
Lo esencial es evitar movimientos bruscos o exigentes sin calentamiento. Las pausas deben ser suaves, controladas y adaptadas a las condiciones físicas de cada persona. La ciencia sugiere que lo ideal es realizarlas cada 2 horas de trabajo continuo.
¿Cómo integrar las pausas activas sin esfuerzo?
Incorporar pausas activas a tu día puede ser tan simple como:
- Programar alarmas cada 90 minutos
- Levantarte y estirar durante llamadas telefónicas
- Usar aplicaciones móviles con rutinas breves
- Invitar a tu equipo de trabajo a hacerlas juntos (presencial o virtualmente).