A medida que avanzamos en edad, el modo en que cuidamos nuestro cuerpo y mente cobra cada vez más relevancia. No se trata de fórmulas mágicas, sino de decisiones diarias: moverse con regularidad, alimentarse con intención, gestionar el estrés y encontrar actividades que nos llenen el alma. Para Liz Sánchez, health coach de 67 años, el bienestar en la madurez no es un accidente, es el resultado de una vida guiada por hábitos consistentes y con propósito.
Desde su espacio en redes sociales, Liz comparte con más de 90 mil seguidores su manera de vivir la salud después de los 60. Su experiencia personal y profesional como coach integrativa formada en Nueva York le ha permitido acompañar a muchas mujeres, especialmente aquellas que transitan la menopausia, en su camino hacia un envejecimiento activo y pleno.
Rutina saludable para mantenerse fuerte después de los 60
1. Fortalecer el cuerpo para empoderar la mente
Uno de los pilares en la rutina de Liz es el entrenamiento de fuerza. Desde que lo incorporó de manera regular, notó una mejora clara en su energía, su metabolismo y su postura. Levantar pesas no solo le ha permitido mantenerse fuerte físicamente, sino que también ha influido en su seguridad y bienestar mental. “Nada me ha dado tanto poder como entrenar mi fuerza”, afirma.
Los 60 pueden ser el inicio de una etapa profundamente enriquecedora.
2. Comer con horario, intención y nutrientes
La alimentación es otro de los aspectos que Liz cuida con detalle. Su estrategia es sencilla pero efectiva: no consume azúcar en el desayuno, evita los picoteos y organiza su día en tres comidas bien definidas. En cada una busca alcanzar los 35 gramos de proteína y una buena cantidad de fibra. Todo, a partir de alimentos reales, nutritivos y antiinflamatorios. “Cada plato debe ser una herramienta de salud”, dice.
3. Crear momentos de conexión personal
Liz también prioriza el bienestar emocional. Comienza sus días con gratitud, literalmente, lo primero que hace al despertar es sonreír y agradecer, y desde hace un año ha incorporado dos prácticas de meditación diaria (Soma y Changing Boxes). Para ella, el cuidado personal va más allá del movimiento físico: también es escucharse, estar presente y soltar lo que no es esencial.
4. Vivir con pasión sin importar la edad
Lo que comenzó como un reto en la menopausia terminó convirtiéndose en una pasión de vida: los triatlones. Este deporte, exigente pero estimulante, le ha enseñado disciplina, le ha regalado metas claras y le ha permitido mantenerse en forma con entusiasmo. “Hoy entreno con la misma energía que el primer día”, cuenta.
Los 60 pueden ser el inicio de una etapa profundamente enriquecedora.
Una filosofía de vida que trasciende la edad
La historia de Liz Sánchez demuestra que los 60 pueden ser el inicio de una etapa profundamente enriquecedora. Su enfoque no se basa en dietas estrictas ni rutinas imposibles, sino en decisiones sostenibles: ejercitarse, alimentarse con sentido, cultivar la mente y rodearse de lo que realmente importa.
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En tiempos en los que el envejecimiento aún está cargado de estigmas, voces como la de Liz inspiran a cambiar la narrativa. Después de todo, como ella misma afirma, “la pasión mueve el mundo”.
