En el Perú, muchas personas comienzan a preocuparse por su salud dental recién cuando aparecen los primeros signos de desgaste o pérdida. Sin embargo, la prevención de la pérdida dental empieza mucho antes. Uno de los factores clave es el consumo oportuno de calcio, un mineral indispensable no solo para fortalecer los huesos, sino también para mantener los dientes sanos y firmes a lo largo del tiempo.

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Según especialistas de MedlinePlus, el calcio participa en funciones esenciales como la coagulación, la contracción muscular y la transmisión nerviosa. Pero su mayor concentración se encuentra en los dientes y huesos, por lo que su consumo adecuado, en el momento correcto de la vida, puede marcar la diferencia entre una dentadura saludable y una propensa a problemas en la adultez.
¿Cuál es la edad ideal para comenzar a tomar calcio?

Una dieta rica en calcio desde temprana edad puede prevenir la pérdida de dientes en la adultez, según especialistas en salud bucal.
La edad ideal para comenzar a tomar calcio no es a los 50 ni cuando ya han aparecido señales de deterioro dental. Los expertos coinciden en que debe iniciarse desde la niñez y reforzarse durante la adolescencia, ya que es en estas etapas donde se forma la base de masa ósea y dental. A partir de los 19 años, la ingesta recomendada es de 1,000 mg diarios, y esta cifra sube a 1,200 mg para mujeres mayores de 51 años y adultos mayores de 70.
Además, en etapas como el embarazo o la lactancia, las necesidades aumentan considerablemente, especialmente en adolescentes. Todo esto apunta a que una correcta planificación del consumo de calcio para los dientes puede ayudar a reducir riesgos como la caries avanzada, la pérdida de piezas dentales o la osteoporosis maxilar en la vejez.
Fuentes de calcio recomendadas para la salud dental

Leche, queso y yogur son fuentes clave de calcio, esenciales para mantener dientes fuertes y prevenir enfermedades dentales.
La forma más accesible y aprovechable de este mineral son los productos lácteos: un vaso de leche, 42 gramos de queso o 168 gramos de yogur aportan cerca de 300 mg de calcio. También existen fuentes no lácteas como las sardinas con hueso, la espinaca, las almendras y productos vegetales fortificados, ideales para quienes tienen intolerancia a la lactosa o siguen una dieta vegana.
Eso sí, para que el cuerpo pueda absorber correctamente el calcio, es fundamental que la dieta también incluya vitamina D, que se puede obtener del sol o de alimentos como el pescado graso y el huevo. Como siempre, lo ideal es consultar a un médico o nutricionista antes de iniciar suplementos, especialmente si ya se presentan problemas dentales o de absorción.