Nidia Bermejo, Olinda de 'Al fondo hay sitio', criticada por trato a perrito callejero: qué revela el maltrato animal sobre la conducta humana
Nidia Bermejo, Olinda de 'Al fondo hay sitio', criticada por trato a perrito callejero: qué revela el maltrato animal sobre la conducta humana

Nidia Bermejo, Olinda de 'Al fondo hay sitio', criticada por trato a perrito callejero: qué revela el maltrato animal sobre la conducta humana

|08 septiembre 2025

Nidia Bermejo, actriz que da vida a Olinda Zapallal en la serie 'Al fondo hay sitio', ha recibido fuertes críticas en redes sociales luego de que se viralizara un video grabado durante el rodaje de una escena. En el material se aprecia cómo la intérprete utiliza el pie para alejar a un perro sin hogar que deambulaba por el set. La acción causó incomodidad entre internautas, quienes interpretaron el gesto como una muestra de desdén o falta de empatía hacia un animal vulnerable.

Según la cobertura del hecho recogida por diversos medios y comentarios de especialistas en conducta humana, el comportamiento reflejado en el video no solo afecta la imagen pública de la artista, sino que también abre el debate sobre una problemática mayor: el maltrato animal. De acuerdo con el portal UNAM Global, este tipo de acciones pueden estar vinculadas con factores psicológicos más profundos que no deben ser ignorados.

¿Qué revela el maltrato animal desde la psicología?

El maltrato hacia animales no solo representa un acto de violencia, sino que puede indicar alteraciones en el desarrollo emocional o dificultades para establecer vínculos empáticos. Diversos expertos sostienen que esta conducta se asocia a una baja capacidad de reconocer el sufrimiento ajeno, especialmente cuando se presenta de manera reiterada o sin justificación evidente. Además, cuando estos actos ocurren durante la infancia o adolescencia, pueden relacionarse con patrones violentos en etapas posteriores de la vida.

En el caso específico de la actriz, si bien no se trata de un acto extremo, sí se pone en discusión el grado de sensibilidad o desconexión emocional que algunas personas pueden tener hacia los animales. La psicóloga consultada por la UNAM indica que no toda agresión hacia un animal implica una patología, pero sí refleja normalización de la violencia o falta de conciencia sobre el sufrimiento ajeno.

Perrito triste

El maltrato hacia animales puede indicar alteraciones en el desarrollo emocional .

¿Por qué algunas personas maltratan animales?

De acuerdo con especialistas en salud mental, hay distintos factores detrás del maltrato animal, entre ellos:

  • Ausencia de empatía: Dificultad para conectar con el dolor de otros seres vivos.
  • Indicadores de agresividad: Conductas violentas hacia animales pueden anticipar problemas de control de impulsos o conductas antisociales.
  • Trastornos psicológicos: Algunos casos se relacionan con desórdenes como el trastorno disocial o el trastorno de personalidad antisocial.
  • Entornos violentos: Familias o comunidades donde la violencia es habitual suelen reproducir este tipo de conductas hacia los más vulnerables.
  • Búsqueda de control: El deseo de dominar a seres indefensos puede reflejar frustración, resentimiento o falta de control personal.

¿El maltrato animal puede predecir conductas peligrosas?

Aunque no se puede generalizar, varios estudios coinciden en que quienes ejercen violencia contra animales podrían desarrollar conductas agresivas contra personas. El trastorno disocial, por ejemplo, incluye entre sus síntomas la crueldad hacia los animales desde temprana edad. Sin embargo, como aclaran desde la UNAM, no todos los que cometen estos actos padecen un trastorno, aunque sí puede tratarse de señales de alerta que requieren intervención temprana.

Lo preocupante es que estos patrones, al no ser detectados ni corregidos, pueden escalar en intensidad. De ahí la importancia de promover una educación emocional basada en el respeto por la vida en todas sus formas.

¿Qué papel juega el entorno en la violencia hacia los animales?

El contexto social y familiar influye profundamente. En comunidades con escasa educación o poca conciencia sobre los derechos de los animales, se tiende a cosificarlos, restándoles valor como seres sintientes. En estos escenarios, maltratar animales se convierte en un acto normalizado, reproducido incluso por niños que imitan comportamientos adultos sin entender su gravedad.

La ausencia de campañas educativas, el desconocimiento de las leyes de protección animal y la indiferencia colectiva agravan el problema. Por ello, la sensibilización desde temprana edad se vuelve una herramienta esencial para erradicar este tipo de prácticas.

Más allá del episodio protagonizado por Nidia Bermejo, la discusión generada evidencia que la forma en que se trata a los animales no debe minimizarse. Cada comportamiento, por insignificante que luzca, puede revelar aspectos profundos del estado emocional de una persona. Especialistas coinciden en la importancia de prestar atención, formar conciencia y tomar medidas ante este tipo de señales. El vínculo con los animales no solo plantea un dilema moral, sino que también expone el nivel de equilibrio afectivo y convivencia dentro de una sociedad.