La distribución irregular de la señal WiFi es una de las quejas más frecuentes entre quienes trabajan, estudian o consumen contenido en línea. En la mayoría de los casos, el problema no está en el plan contratado, sino en la forma en la que el módem transmite la conexión. Obstáculos físicos, electrodomésticos o paredes gruesas interfieren con la red, pero también hay configuraciones internas del equipo que pueden limitar el rendimiento.
¿Qué función del módem deberías revisar para mejorar el WiFi?
Expertos en redes, citados por medios como BBC Tech y portales especializados en conectividad, coinciden en que muchos routers mantienen activas tecnologías antiguas que ralentizan toda la red. Los protocolos 802.11b o 802.11g, que datan de las primeras versiones del WiFi, provocan una reducción automática de la velocidad cuando hay dispositivos conectados que aún los utilizan. Esto genera cuellos de botella digitales que afectan a todos los equipos del hogar.
¿Cómo cambiar la configuración del módem para obtener mejor señal?
Para solucionar el problema, se debe acceder a la interfaz del módem a través de un navegador web. Una vez dentro, conviene localizar la sección correspondiente a la red inalámbrica, identificar la banda de 2.4 GHz y desactivar los modos 802.11b y 802.11g. Dejar habilitadas únicamente las versiones más recientes, como WiFi 4 o superiores, permite optimizar el alcance, la estabilidad y la velocidad. No olvides guardar los cambios y reiniciar el equipo para aplicar correctamente la nueva configuración.

Para tener una mejor conexión,se debe acceder a la interfaz del módem a través de un navegador web.
Otro error frecuente tiene relación con el teléfono móvil. Aunque parezca inofensivo, dejar el WiFi encendido al salir de casa representa un riesgo para la privacidad y también afecta el rendimiento de la batería. Los smartphones actuales emiten señales de búsqueda constantemente, lo que los hace vulnerables a redes maliciosas. Ciberdelincuentes pueden interceptar esos intentos y acceder a información sensible como contraseñas, ubicaciones o datos bancarios.
¿Cómo afecta a la seguridad personal dejar el WiFi activado?
La conexión automática a redes públicas o desconocidas puede permitir que terceros espíen tus movimientos, analicen patrones de comportamiento o incluso accedan a cuentas personales. Desactivar el WiFi cuando no se usa representa una forma sencilla de mejorar la seguridad digital y extender la duración de la batería del teléfono. El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) recomienda aplicar este hábito como parte de una rutina básica de protección.
Optimizar el funcionamiento del módem y manejar con precaución las conexiones móviles garantiza una experiencia digital más fluida, segura y privada. Al eliminar protocolos obsoletos y reducir la exposición innecesaria, los usuarios no solo obtienen mayor velocidad, sino también una navegación más protegida. Con simples ajustes técnicos, el WiFi puede alcanzar cada rincón de la casa sin interrupciones ni riesgos invisibles.