Por qué a muchas personas les cuesta tanto levantarse de la cama por las mañanas.
Por qué a muchas personas les cuesta tanto levantarse de la cama por las mañanas. Jesuitas ARU

¿Por qué cuesta tanto levantarse de la cama? La ciencia tiene la respuesta

|28 julio 2025

Para muchas personas, levantarse de la cama por la mañana es una verdadera lucha. Aunque hayan dormido temprano o hayan descansado lo suficiente, al sonar la alarma todavía se sienten desorientados o sin energía. Ahora, un grupo de científicos en Suiza podría tener la explicación. Un nuevo estudio revela que el cerebro y el sueño están más estrechamente relacionados de lo que se pensaba, especialmente en el momento de transición entre dormir y despertar.

Publicado en la revista Current Biology, el estudio analizó más de mil despertares utilizando sensores de electroencefalografía. Los investigadores observaron que el paso del sueño al estado de alerta no es inmediato, sino que ocurre en fases. Esta dificultad para despertar tendría que ver con la forma en que distintas regiones del cerebro se reactivan de forma gradual tras el descanso, afectando directamente la dificultad para madrugar o responder rápidamente a estímulos.

El cerebro despierta por partes

El cerebro no se activa por completo al despertar. Algunas zonas tardan más en recuperar su funcionamiento normal.

El cerebro no se activa por completo al despertar. Algunas zonas tardan más en recuperar su funcionamiento normal.

Una de las principales conclusiones del estudio es que el cerebro no se activa todo al mismo tiempo. La reactivación comienza en las zonas frontales, encargadas de la atención y la planificación, y se extiende lentamente hacia las áreas posteriores, responsables del procesamiento visual. Esto explicaría por qué, al despertar, muchas personas experimentan una sensación de confusión o lentitud antes de sentirse completamente conscientes.

Además, los científicos descubrieron que esta reactivación varía según el tipo de sueño del que se despierte una persona. Desde el sueño REM, el cerebro recupera rápidamente su actividad. Pero si el despertar ocurre desde el sueño no REM, el proceso es más lento, ya que el cerebro atraviesa una fase intermedia donde ciertas regiones permanecen aún inactivas. Esta diferencia influye en cómo nos sentimos al comenzar el día, afectando nuestra alerta matutina y estado de ánimo.

Cómo afectan las ondas lentas al despertar

Algunas ondas cerebrales lentas favorecen el despertar, mientras que otras prolongan la sensación de somnolencia.

Algunas ondas cerebrales lentas favorecen el despertar, mientras que otras prolongan la sensación de somnolencia.

Otro hallazgo clave es la presencia de dos tipos de ondas cerebrales lentas justo antes de despertar. Algunas de estas ondas parecen facilitar una transición suave hacia el estado consciente. Otras, en cambio, entorpecen el proceso, dejando al individuo en un estado de somnolencia incluso después de abrir los ojos. Esta distinción puede explicar por qué algunas personas se levantan con energía y otras necesitan varios minutos para "arrancar".

La investigadora principal, Aurélie Stephan, señaló que comprender mejor estos mecanismos podría ser clave para mejorar la calidad del descanso y tratar trastornos como el insomnio, la apnea o las parasomnias. Además, este avance en la neurociencia del sueño podría ayudar a detectar señales tempranas de condiciones neurológicas vinculadas al descanso, como las crisis epilépticas nocturnas. En palabras de Stephan, “esta investigación ofrece una mirada inédita sobre cómo el cerebro recupera su funcionamiento tras dormir”.