La respuesta está en la bioquímica del cuerpo. Durante un beso se liberan oxitocina, dopamina y endorfinas, neurotransmisores que contribuyen a reducir los niveles de cortisol, la llamada "hormona del estrés". Según el neurólogo Leonardo Palacios, profesor de la Universidad del Rosario, este intercambio químico genera placer, tranquilidad e incluso conexión emocional profunda entre las personas.

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Un gesto que también fortalece tu cuerpo
Más allá de la emoción, besar también activa físicamente el cuerpo. Palacios explica que un beso apasionado puede elevar el ritmo cardíaco hasta 110 pulsaciones por minuto, quemar hasta 100 calorías y poner en movimiento más de 30 músculos faciales. Este tipo de estimulación mejora la circulación, favorece el sistema inmunológico y eleva la autoestima de manera natural.
¿Los besos influyen en la relación de pareja?
Las parejas que se besan con frecuencia suelen tener vínculos más sólidos y una vida más satisfactoria. De hecho, un estudio de la Universidad de Albany concluyó que las mujeres otorgan más importancia al beso que los hombres, considerándolo un factor importante para la intimidad y la conexión emocional.

Las parejas que se besan suelen tener vínculos más sólidos.
Beneficios ocultos: del sistema inmune al cutis
La revista The American Journal of Medicine señala que durante un beso se pueden intercambiar hasta 80 millones de bacterias. Aunque suena excesivo, el 95% de esas bacterias no son dañinas y, por el contrario, fortalecen la microbiota oral. Además, besar estimula la saliva, que combate la placa dental, y mejora la producción de colágeno, ayudando a mantener la piel firme.

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Aunque no reemplaza al gimnasio, besar activa hasta 34 músculos del rostro y puede quemar entre 6 y 26 calorías por minuto. El movimiento repetido incrementa el flujo sanguíneo y tonifica la piel, lo que, con el tiempo, puede retrasar la aparición de arrugas.
Investigaciones publicaciones científicas europeas coinciden en que quienes se besan con regularidad presentan niveles más bajos de colesterol, afrontan mejor el estrés y hasta podrían vivir más. Un estudio alemán de los años 80 afirmaba que quienes se despedían con un beso cada mañana tenían una esperanza de vida cinco años mayor que quienes no lo hacían.