La fiebre es una reacción natural del cuerpo ante infecciones o inflamaciones, que se caracteriza por un aumento temporal de la temperatura corporal. Este cuadro febril suele estar acompañado de síntomas como escalofríos, sudoración, fatiga y malestar general, afectando la capacidad física y el rendimiento, especialmente en deportistas de alto nivel.
Kylian Mbappé, estrella del Real Madrid, atraviesa un cuadro febril justo antes del esperado debut del equipo en el Mundial de Clubes, lo que pone en duda su presencia en uno de los torneos más importantes del año. En este artículo, te explicamos qué es la fiebre, sus síntomas más frecuentes y por qué puede afectar significativamente el rendimiento físico, tanto en la vida diaria como en el alto rendimiento deportivo.
¿Qué es la fiebre y cuáles son los síntomas?
Según la Mayo Clinic, la fiebre es un aumento temporal de la temperatura corporal que ocurre como parte de la respuesta natural del sistema inmunitario ante infecciones o inflamaciones. Se considera fiebre cuando la temperatura medida en la boca supera los 37.8 °C (100 °F). Los síntomas comunes incluyen sudoración, escalofríos, dolor de cabeza, fatiga, pérdida de apetito e irritabilidad.

La fiebre es un aumento temporal de la temperatura corporal que ocurre como parte de la respuesta natural del sistema inmunitario ante infecciones o inflamaciones.
En la mayoría de los casos, la fiebre desaparece en pocos días y no representa un peligro grave para la salud. Sin embargo, puede afectar el bienestar y el rendimiento físico, especialmente en deportistas, quienes necesitan estar en óptimas condiciones para competir. Por eso es importante monitorear la temperatura y prestar atención a otros signos que puedan acompañar la fiebre.
Se recomienda consultar a un médico cuando la fiebre sea muy alta o prolongada, o si se presentan síntomas preocupantes como confusión, rigidez en el cuello, dificultad para respirar, vómitos constantes o convulsiones. Además, en bebés menores de 3 meses, la fiebre puede indicar infecciones graves y requiere atención inmediata.
Cómo funciona la fiebre, sus causas y prevención
La fiebre ocurre cuando el hipotálamo, el termostato natural del cuerpo ubicado en el cerebro, eleva la temperatura corporal para ayudar al sistema inmunitario a combatir infecciones. Este aumento puede desencadenar temblores para generar calor y mecanismos para retenerlo, como buscar abrigo. En general, una fiebre moderada por debajo de 40 °C (104 °F) asociada a virus comunes no suele ser peligrosa y puede ser beneficiosa para la recuperación.
Las causas más comunes de fiebre incluyen infecciones virales o bacterianas, agotamiento por calor, enfermedades inflamatorias, algunos medicamentos y reacciones a vacunas. En niños pequeños, la fiebre puede desencadenar convulsiones febriles, que aunque son alarmantes, rara vez causan daño permanente. Ante una convulsión, es importante mantener al niño seguro y buscar ayuda médica inmediata si dura más de cinco minutos o si es la primera vez que ocurre.

Las causas más comunes de fiebre incluyen infecciones virales o bacterianas, agotamiento por calor, enfermedades inflamatorias, algunos medicamentos y reacciones a vacunas.
Para prevenir la fiebre y las enfermedades que la causan, se recomienda vacunarse, seguir las pautas de higiene como el lavado frecuente de manos, evitar tocarse la cara y cubrirse al toser o estornudar. Estas medidas ayudan a reducir la exposición a virus y bacterias, minimizando el riesgo de infecciones y sus complicaciones.
Cómo tratar la fiebre
El tratamiento de la fiebre depende de su intensidad y de los síntomas que la acompañen. En casos leves, puede no ser necesario tomar medicamentos, ya que una temperatura moderada ayuda al cuerpo a combatir infecciones. Cuando la fiebre supera los 38,9 °C (102 °F) o provoca malestar, se pueden usar antipiréticos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno, siguiendo siempre las dosis indicadas por un profesional.

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Es fundamental evitar la aspirina en niños por el riesgo de síndrome de Reye. Además del descanso, la hidratación y el uso de ropa ligera, se debe consultar al médico si la fiebre es persistente, empeora con el tiempo o viene acompañada de síntomas como confusión, dificultad para respirar o convulsiones, especialmente en bebés y niños pequeños.