Las várices son venas dilatadas, retorcidas y visibles bajo la piel, comúnmente en las piernas. Se producen cuando las válvulas venosas encargadas de retornar la sangre al corazón se debilitan o dañan, provocando acumulación de sangre y aumento de presión en las venas superficiales, según Mayo Clinic.
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¿Por qué aparecen las várices?
Quirónsalud explica que son diversos factores los que pueden contribuir al desarrollo de várices:
- Genética: Antecedentes familiares aumentan el riesgo.
- Edad: El envejecimiento puede debilitar las válvulas venosas.
- Sexo: Las mujeres tienen mayor predisposición, especialmente durante el embarazo o por uso de anticonceptivos hormonales.
- Obesidad: El exceso de peso incrementa la presión en las venas.
- Sedentarismo: Permanecer mucho tiempo de pie o sentado dificulta el retorno venoso.
- Embarazo: El aumento del volumen sanguíneo y la presión del útero sobre las venas pélvicas favorecen su aparición
¿Cómo reconocerlas? Síntomas comunes
Aunque algunas várices pueden ser asintomáticas, es importante estar atento a señales como las que identifica el Manual MSD:
- Venas de color azul o morado oscuro, visibles y abultadas.
- Sensación de pesadez, ardor o dolor en las piernas.
- Hinchazón en tobillos y pies.
- Calambres musculares, especialmente nocturnos.
- Picazón alrededor de las venas afectadas.
Estos síntomas suelen empeorar después de periodos prolongados de pie o sentado.
¿Cómo prevenir las várices?
La Mayo Clinic sugiere adoptar hábitos saludables puede reducir el riesgo de desarrollar várices:
- Ejercicio regular: Caminar, nadar o andar en bicicleta mejora la circulación.
- Control de peso: Mantener un peso saludable disminuye la presión sobre las venas.
- Evitar estar mucho tiempo de pie o sentado: Cambiar de posición regularmente favorece el retorno venoso.
- Elevar las piernas: Al descansar, elevar las piernas por encima del nivel del corazón ayuda a reducir la presión venosa.
- Uso de medias de compresión: Estas medias especiales aplican presión gradual en las piernas, mejorando el flujo sanguíneo .
Foto: composición GLR/difusión
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Tratamiento de las várices: opciones disponibles
La Policlínica San Juan indica que el tratamiento de las várices depende de su gravedad y de los síntomas presentados:
- Medidas de autocuidado: Incluyen ejercicio, elevación de piernas y uso de medias de compresión.
- Escleroterapia: Consiste en la inyección de una solución en la vena afectada, provocando su cierre y eventual desaparición .
- Terapia con láser: Utiliza luz intensa para cerrar las venas más pequeñas.
- Ablación endovenosa: Emplea calor, mediante radiofrecuencia o láser, para cerrar las venas varicosas.
- Cirugía: En casos severos, se puede recurrir a la extirpación de las venas afectadas.
¿Cuándo consultar al médico?
Finalmente, Mayo Clinic precisa que es recomendable buscar atención médica si:
- Las várices causan dolor o molestias significativas.
- Hay cambios en la piel, como úlceras o decoloración.
- Se presentan sangrados o inflamación persistente.
Un especialista en salud vascular puede evaluar la condición y recomendar el tratamiento más adecuado.
