La médula espinal es el canal por donde viajan las señales entre el cerebro y el cuerpo. Cuando esta estructura se daña —ya sea por un traumatismo, un tumor, una hernia o una enfermedad degenerativa— el resultado puede ser devastador: alteración o pérdida completa de la función motora, sensitiva o autonómica por debajo del nivel de la lesión.
Según la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT), los daños pueden clasificarse en lesiones completas (sin preservación funcional) o incompletas (con cierto grado de función). A nivel clínico, los efectos dependen del segmento medular comprometido. Por ejemplo, una lesión cervical puede causar tetraplejia, mientras que una lesión torácica o lumbar puede derivar en paraplejia.
Desde el dolor hasta la parálisis: consecuencias inmediatas
Tal como explica el Manual de Residentes de SECOT, los síntomas iniciales pueden incluir dolor agudo en el sitio del trauma, debilidad muscular, entumecimiento, pérdida de control vesical o intestinal y disfunción respiratoria si se afecta la región cervical alta. En casos graves, las funciones básicas como respirar o tragar pueden verse comprometidas.
Además de los efectos físicos, estudios publicados por Elsevier España destacan la carga emocional y psicológica que enfrentan estos pacientes, con altos índices de depresión, ansiedad y estrés postraumático.

Descubre las consecuencias de una lesión grave en la médula espinal. Foto: composición GLR/difusión
Síndromes medulares: lo que revela la localización del daño
Existen varios tipos de síndromes medulares, dependiendo del patrón clínico. El síndrome medular central afecta más a las extremidades superiores, mientras que el síndrome anterior provoca pérdida motora severa pero conserva la sensibilidad táctil. El síndrome de Brown-Séquard, menos frecuente, se manifiesta por pérdida motora de un lado y sensitiva del otro.
De acuerdo con el Hospital Clínic de Barcelona, identificar correctamente el síndrome es esencial para establecer un plan de rehabilitación eficaz y personalizado.

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¿Hay esperanza? Tratamientos y avances
Aunque no todas las lesiones medulares son reversibles, el tratamiento multidisciplinario es clave. La rehabilitación, el uso de fármacos neuroprotectores y el desarrollo de tecnologías como exoesqueletos robóticos y estimulación eléctrica epidural, están transformando las expectativas de recuperación.
Los profesionales coinciden en que el pronóstico mejora si se actúa con rapidez, se estabiliza la columna y se comienza una terapia rehabilitadora intensiva. La investigación continúa avanzando, con estudios prometedores en regeneración neuronal.