Un descubrimiento reciente ha captado la atención de la comunidad científica: un tratamiento experimental ha demostrado no solo mejorar la calidad de vida en la vejez, sino también prolongarla significativamente. Los hallazgos, obtenidos a través de un estudio internacional, apuntan a una vía innovadora en la medicina regenerativa.
La investigación, liderada por el Instituto de Neurociencias de la Universitat Autònoma de Barcelona (INc-UAB), logró que ratones vivieran hasta un 20% más con mejor salud muscular, ósea y cognitiva. Todo esto gracias a una proteína clave para la longevidad: Klotho, en su forma secretada (s-KL), considerada por muchos como una potencial proteína antienvejecimiento.
La proteína que aumenta la longevidad
Klotho, en su forma secretada (s-KL), es considerada por muchos como una potencial proteína antienvejecimiento.
El estudio, publicado en Molecular Therapy, trató a ratones jóvenes con vectores de terapia génica que les permitieron producir más s-KL. A los 24 meses, una edad comparable a los 70 años en humanos, los animales mostraron una mejora evidente en su salud integral: mayor regeneración muscular, menos fibrosis y una mejor densidad ósea, especialmente en las hembras.
En el plano cognitivo, los investigadores observaron una mayor actividad inmunitaria en el hipocampo y una mayor neurogénesis, lo que podría traducirse en beneficios reales contra el deterioro mental asociado a la edad. Estos efectos hacen de s-KL una fuerte candidata para integrarse en futuras terapias dirigidas a aumentar la esperanza de vida y mantener una salud ósea y cerebral óptima durante el envejecimiento.
El futuro de las terapias para vivir más y mejor
La investigación ha patentado usos de Klotho para tratar déficits cognitivos, óseos y musculares, además de explorar su aplicación en terapias que busquen cómo vivir más años.
Actualmente, el tratamiento se administró mediante vectores virales por vía intravenosa y cerebral, para asegurar que el cerebro también produjera la proteína. Sin embargo, los investigadores creen que, en humanos, una de las opciones más viables sería administrar directamente la proteína como un fármaco, siempre que se garantice su llegada efectiva a los órganos objetivo.
El grupo ya ha patentado usos de Klotho para tratar déficits cognitivos, óseos y musculares, además de explorar su aplicación en terapias que busquen cómo vivir más años. Este avance representa uno de los más sólidos descubrimientos científicos sobre la longevidad en los últimos años y abre nuevas puertas en la lucha contra el envejecimiento y en la búsqueda de una vida más larga y saludable.
