Según la psicología, un niño altamente sensible (PAS) es aquel que posee un sistema nervioso más receptivo, lo que le hace percibir los estímulos con mayor intensidad. Esta característica no es un trastorno, sino un rasgo de personalidad presente en aproximadamente el 20% de la población, como explica la doctora Elaine Aron, pionera en el estudio de la alta sensibilidad.
¿Qué significa que un niño sea altamente sensible?
Un niño altamente sensible (PAS) es aquel que tiene un sistema nervioso más reactivo y perceptivo, lo que le permite captar estímulos con una profundidad mayor que la media.
Esta característica, descrita por la psicóloga Elaine Aron, implica una alta empatía, reflexión profunda, sensibilidad a los cambios y al entorno, y reacciones emocionales intensas. No se trata de un trastorno, sino de un rasgo de personalidad presente en aproximadamente un 15-20% de la población.
Según la Clínica Las Condes y TopDoctors, estos niños suelen destacar por su intuición, creatividad y gran capacidad de observación. Sin embargo, también pueden ser más propensos al estrés o la ansiedad si no se les ofrece un entorno estable y comprensivo.

Aprende a encontrar las señales de los niños altamente sensibles. Foto: Terapéutico en alza
Comprender su manera de procesar el mundo permite una mejor crianza y adaptación educativa. El acompañamiento psicológico puede ser útil para guiar a padres y educadores en su desarrollo emocional.

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Señales de un niño PAS
Los niños PAS suelen ser muy empáticos, introspectivos y sensibles al entorno físico y emocional. Pueden sobresaltarse con facilidad, evitar ambientes ruidosos y sentirse abrumados por cambios bruscos. De acuerdo con información de la Clínica Las Condes, tienden a tener una gran vida interior y una capacidad de reflexión profunda desde edades tempranas.
Los expertos recomiendan acompañarlos con respeto y validación emocional, fomentando entornos estables y predecibles. Psicólogos señalan que la sobreestimulación puede provocar ansiedad, por lo que se aconseja ofrecerles tiempos de descanso y actividades creativas. En el aula, los educadores deben identificar sus fortalezas y no confundir sensibilidad con debilidad.
Aunque no requieren intervención médica, muchos padres encuentran útil el acompañamiento de un psicólogo infantil para desarrollar estrategias adaptativas. La Sociedad Española de Psicología Clínica Infantil destaca la importancia de una crianza consciente para evitar etiquetas que limiten su potencial.