En tiempos donde la comunicación se da cada vez más a través de pantallas, cultivar la escucha activa se ha convertido en un recurso fundamental para fortalecer los vínculos personales. Según expertos en psicología del bienestar, escuchar con atención y sin juzgar mejora la comprensión mutua y reduce conflictos.
Estudios como el de Varela Petito (2016), publicado en Sanidad y modernización, destacan que la calidad de las interacciones personales influye directamente en la salud emocional y en el sentido de pertenencia.

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Empatía: el puente invisible hacia relaciones saludables
La empatía —la capacidad de ponerse en el lugar del otro— es una herramienta clave para una vida saludable y emocionalmente equilibrada. Investigaciones recientes, como las publicadas en Nature, muestran que cuando las personas practican la empatía, se activan regiones cerebrales asociadas con la recompensa y la cooperación, facilitando una conexión genuina con los demás.

Escuchar y hablar sobre situaciones de la vida puede aportar grandes beneficios a tu salud mental y física. Foto: composición GLR/difusión

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¿Qué es la escucha activa y por qué es importante en las relaciones personales?
La escucha activa es una habilidad comunicativa que implica prestar atención consciente, sin interrupciones ni juicios, al mensaje verbal y no verbal del interlocutor.
Según Carl Rogers, pionero de la psicología humanista, esta práctica fomenta una comprensión empática que fortalece la conexión emocional entre las personas. Estudios en psicología interpersonal han demostrado que quienes practican la escucha activa generan mayor confianza, reducen conflictos y logran relaciones más satisfactorias.
En el ámbito de la psicología del bienestar, se ha evidenciado que la escucha activa no solo mejora la calidad de los vínculos personales, sino que también disminuye el estrés y favorece la regulación emocional.
Al sentirse escuchadas y comprendidas, las personas experimentan mayor validación y seguridad emocional, lo cual impacta positivamente en su salud mental. Este tipo de interacción consciente es clave para cultivar una vida saludable y emocionalmente equilibrada.