Cuidar de la salud cerebral va más allá del ejercicio mental: lo que comemos también impacta directamente en nuestras funciones cognitivas. Recientes investigaciones científicas, como las publicadas en la revista Frontiers in Nutrition, señalan que ciertos alimentos pueden actuar como verdaderos "fertilizantes cerebrales", entre ellos, una pequeña fruta cargada de beneficios: el arándano.

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Arándanos: el secreto antioxidante
Los arándanos, considerados un potente super alimento, contienen altas concentraciones de flavonoides, compuestos bioactivos que mejoran la comunicación entre neuronas. Estudios citados en Frontiers in Nutrition revelan que su consumo regular ayuda a prevenir el deterioro cognitivo, a mejorar la memoria de trabajo y a favorecer la concentración, especialmente en adultos mayores.
Un equipo de investigadores británicos descubrió que personas mayores que consumieron polvo de arándano diariamente durante 12 semanas mostraron una mejora significativa en las funciones ejecutivas y la capacidad de aprendizaje. Los resultados se alinean con lo que ya se sabía sobre los efectos neuroprotectores de las frutas ricas en antioxidantes.
Consejo de los nutricionistas
La nutricionista Marta González, especialista en neuroalimentación, explica que “los arándanos no solo mejoran el funcionamiento del cerebro, sino que también combaten el estrés oxidativo, una de las principales causas del envejecimiento cerebral”. Además, recomienda incluirlos en desayunos, smoothies o como snack saludable.
La conexión entre nutrición y salud mental es cada vez más clara. Incluir frutas como los arándanos en la dieta diaria no solo es delicioso, sino que también puede ser una inversión a largo plazo en bienestar y salud cognitiva.


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¿Los arándanos sirven para prevenir enfermedades neurodegenerativas?
Los arándanos pueden ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas gracias a su alto contenido de flavonoides, especialmente antocianinas, que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Estas sustancias protegen las células cerebrales del daño oxidativo, un factor clave en el desarrollo del Alzheimer y otras formas de demencia.
Estudios publicados en la revista Frontiers in Nutrition y respaldados por el National Institute on Aging han mostrado que el consumo regular de arándanos mejora la función cognitiva y retrasa el deterioro mental en adultos mayores.