Cuando se trata de mantener huesos fuertes y una piel hidratada, la alimentación juega un papel clave. Entre los frutos secos, las almendras destacan como una fuente rica en calcio, magnesio y antioxidantes, elementos fundamentales para la salud ósea y la producción de colágeno.
Según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), el consumo regular de almendras contribuye a fortalecer los huesos, gracias a su alto contenido de calcio y fósforo. Además, sus grasas saludables ayudan a mantener la piel nutrida y protegida del envejecimiento prematuro.
¿Por qué las almendras mejoran la piel?
El secreto detrás de las propiedades de las almendras radica en su alto contenido de vitamina E y ácidos grasos esenciales. La vitamina E es un potente antioxidante que combate los radicales libres y previene el daño celular, manteniendo la piel hidratada y elástica.
Un estudio del Ministerio de Salud destacó que una dieta rica en frutos secos, especialmente almendras, puede mejorar la hidratación y textura de la piel en pocas semanas. Esto se debe a que los aceites naturales de las almendras ayudan a retener la humedad y a reconstruir la barrera cutánea.

La almendra puede generar cambios positivos en tu piel. Foto: composición GLR/difusión
Las almendras no solo benefician la piel, sino que también juegan un papel fundamental en la salud ósea. Son una excelente fuente de calcio, magnesio y proteínas, esenciales para la densidad y fortaleza de los huesos.
De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Nutrition, incluir almendras en la alimentación diaria puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir osteoporosis, especialmente en mujeres después de los 40 años.
¿Cómo incluir almendras en tu dieta?
Incorporar almendras en la alimentación es sencillo y delicioso. Algunas opciones son:
- Comer un puñado de almendras como snack
- Agregarlas a licuados o yogures
- Usarlas en ensaladas o como topping en platillos
- Preparar mantequilla de almendras casera.
La nutrición es clave para la salud y las almendras son un ingrediente que no puede faltar en una dieta equilibrada.