Uno de los errores más comunes en el mundo del fitness es creer que se puede reducir grasa en zonas específicas del cuerpo haciendo ejercicios dirigidos, como abdominales para bajar la panza o sentadillas para eliminar grasa de las piernas.
Sin embargo, numerosos estudios desmienten esta creencia. Tal como señala La Nación, el cuerpo humano no funciona de forma aislada y la quema de grasa depende de múltiples factores, como la genética, el tipo de entrenamiento y la dieta.
Los entrenadores personales del Club Megatlon en Argentina coinciden: “La grasa no se elimina solo con trabajar una zona. Necesitas actividad física global y una alimentación equilibrada”, explican. Lo más efectivo para perder grasa corporal es combinar ejercicios cardiovasculares con entrenamiento de fuerza, según recomiendan también desde GQ España.
Más ejercicio no siempre es mejor
Otro mito arraigado es que cuanto más tiempo pasas en el gimnasio, mejores resultados obtendrás. En realidad, lo importante es la calidad del entrenamiento, no la duración. De acuerdo con GQ, entrenamientos prolongados sin planificación pueden conducir al sobreentrenamiento, fatiga crónica y estancamiento. Expertos sugieren sesiones efectivas de 45 minutos a una hora, con intensidad adecuada y descanso correcto.

No olvidar que el descanso es fundamental para el crecimiento de los músculos. Foto: composición GLR/difusión
Incluir días de recuperación es clave para mantener el rendimiento, evitar lesiones y favorecer el desarrollo muscular. Esta práctica no solo mejora tu bienestar, sino que también ayuda a mantener una vida saludable a largo plazo.
¿Cuántos días a la semana debo entrenar para ver resultados?
La frecuencia ideal de entrenamiento depende de los objetivos personales, pero en general, entrenar entre tres y cinco días por semana es suficiente para ver resultados sostenibles en fuerza, resistencia y composición corporal.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa semanal, combinando ejercicios cardiovasculares y de fuerza para maximizar beneficios.
Además, es fundamental permitir tiempo de descanso y recuperación muscular, especialmente si se incluyen rutinas exigentes. Como señala la Mayo Clinic, alternar los grupos musculares trabajados y evitar el sobreentrenamiento mejora el rendimiento y reduce el riesgo de lesiones.