Lucía de la Cruz no dudó en salir en defensa de su colega Marisol tras los recientes comentarios de Leslie Shaw, quien lanzó duras palabras contra el trabajo de la cantante, de manera pública. El enfrentamiento entre estas figuras del espectáculo ha vuelto a poner sobre la mesa una forma de agresión que muchas veces se normaliza: la violencia verbal.
Más allá del escándalo mediático, especialistas en salud mental advierten que este tipo de ataques pueden tener consecuencias profundas en la estabilidad emocional de las personas. La autoestima, el bienestar psicológico y la salud emocional pueden verse seriamente afectados cuando se es víctima de críticas destructivas o descalificaciones públicas.
¿Por qué el abuso verbal también es una forma de violencia?

El abuso verbal deja cicatrices invisibles que pueden afectar profundamente la autoestima y la salud emocional.
El abuso verbal es una de las formas de maltrato emocional más comunes y, sin embargo, más invisibles. A diferencia del abuso físico, que deja huellas visibles, las palabras hirientes actúan en silencio, debilitando la autoestima, generando ansiedad y afectando profundamente la salud mental de quienes las reciben. Según un artículo publicado en Charlie Health, este tipo de violencia puede darse en todo tipo de relaciones: de pareja, familiares, laborales o incluso entre amistades. Y aunque no siempre se percibe como una forma de abuso, sus consecuencias pueden ser tan graves como las de otras formas de violencia más evidentes.
Las expresiones de agresión verbal como insultos, humillaciones, amenazas o manipulación psicológica, tienen el poder de romper la seguridad emocional de una persona. Reconocer estos patrones es fundamental para poder actuar, poner límites y, sobre todo, buscar ayuda profesional antes de que el daño emocional se profundice.
Cómo reconocer y sanar el daño emocional causado por el abuso verbal

Buscar ayuda profesional y rodearse de una red de apoyo son pasos clave para sanar del daño emocional causado por la violencia verbal.
Detectar el abuso verbal puede ser difícil, especialmente cuando ha sido normalizado o disfrazado de "bromas", "críticas constructivas" o "carácter fuerte". Sin embargo, hay señales claras: miedo a expresar opiniones, sentimientos de culpa constantes, confusión sobre la realidad (gaslighting), o vivir en un estado de alerta por miedo a una reacción agresiva. Estos signos no deben ser ignorados, ya que muchas víctimas terminan desarrollando ansiedad, depresión, trastornos del sueño o incluso estrés postraumático.
Romper el ciclo del abuso verbal comienza por reconocerlo como tal. Establecer límites, buscar apoyo emocional en personas de confianza y acudir a terapia son pasos clave para recuperar el bienestar mental. La sanación no siempre es inmediata, pero con acompañamiento adecuado, es totalmente posible. Nadie merece vivir bajo agresiones emocionales constantes, y existen recursos disponibles para comenzar un camino de recuperación seguro y digno.