Con la llegada del invierno, es común que ciertos riesgos para la salud aumenten. En particular, uno de los peligros que se incrementa durante esta temporada es el de las mordeduras de insectos y arácnidos, especialmente las de especies que buscan refugio en las viviendas debido al frío. En este contexto, el Instituto Nacional de Salud (INS) ha emitido una alerta sobre el creciente número de mordeduras de arañas caseras. Estos incidentes suelen ocurrir durante la noche y en las primeras horas de la mañana, momentos en que las personas son más vulnerables mientras duermen.
El aumento en las mordeduras de araña casera (conocida científicamente como Loxosceles laeta) está directamente relacionado con el comportamiento de este insecto durante los meses fríos. Según el médico veterinario Cristopher Schwarz, responsable del Área de Animales Venenosos del INS, las arañas tienden a esconderse en lugares oscuros y tranquilos dentro del hogar. Cuando se sienten amenazadas, no dudan en morder.
Causas y riesgos de las mordeduras de araña casera
La araña casera, o Loxosceles laeta, es un arácnido venenoso cuyo color marrón y figura en forma de violín en su dorso la hacen fácilmente identificable. Las mordeduras de este arácnido no siempre son graves, pero pueden causar serios problemas de salud si no se reciben cuidados adecuados.
Las arañas caseras se esconden en rincones oscuros durante el invierno, aumentando el riesgo de mordeduras.
De hecho, los especialistas del INS advierten que las mordeduras de araña pueden desencadenar dos tipos de síndromes: el cutáneo, que afecta la piel, y el más peligroso, el sistémico o cutáneo viscero-hemolítico. Este último puede dañar órganos vitales como los riñones y, en casos extremos, poner en riesgo la vida de la persona afectada.
La hembra de la araña casera es más grande y produce más veneno que el macho. Un ejemplar adulto puede medir entre 3 y 5 centímetros, lo que facilita que se pase desapercibida. En cuanto a las consecuencias de una mordedura, el INS recomienda acudir a un centro de salud lo más rápido posible, preferentemente dentro de las primeras seis horas. No se debe manipular la zona afectada ni automedicarse, ya que esto podría agravar la situación.
Prevención y medidas de seguridad
El INS recomienda tomar precauciones para evitar mordeduras de arañas durante la temporada invernal.
Para evitar mordeduras de arañas caseras, es fundamental seguir ciertas recomendaciones de prevención. El Dr. Schwarz sugiere realizar una limpieza exhaustiva en el hogar, prestando especial atención a los rincones detrás de muebles, cortinas, cuadros y otros objetos en los que las arañas puedan esconderse. “En los hospitales se registran entre tres y cinco casos de mordeduras al mes, pero muchas veces no se reportan”, precisó.
Asimismo, es importante sacudir frazadas, ropa y zapatos antes de usarlos, así como mantener los muebles separados de las paredes para evitar que las arañas encuentren lugares donde refugiarse. En caso de mordedura, es esencial actuar rápidamente. El Minsa ofrece el suero antiloxoscélico monovalente, disponible en los principales centros de salud, como parte de su estrategia para atender este tipo de emergencias. Este suero es vital para neutralizar el veneno de la Loxosceles laeta y minimizar las posibles complicaciones que podrían poner en peligro la salud de la persona afectada.
