El cólera: una amenaza persistente en el siglo XXI.
El cólera: una amenaza persistente en el siglo XXI.

Cólera en niños: La enfermedad olvidada que sigue cobrando vidas infantiles en el siglo XXI

|23 mayo 2025

El cólera es una infección intestinal aguda causada por la bacteria Vibrio cholerae, la cual se transmite principalmente a través de agua o alimentos contaminados. A pesar de los avances en salud pública, esta enfermedad sigue representando una amenaza significativa para el bienestar infantil, especialmente en áreas con infraestructura sanitaria deficiente.

Síntomas y riesgos en la infancia

En los niños, el cólera se manifiesta con diarrea acuosa abundante, vómitos y deshidratación rápida. La deshidratación severa puede llevar a complicaciones graves e incluso a la muerte si no se trata de manera oportuna. Los niños pequeños y desnutridos son particularmente vulnerables debido a su menor capacidad para compensar la pérdida rápida de líquidos.

La persistencia del cólera en el siglo XXI se debe en gran parte a la falta de acceso a agua potable y sistemas de saneamiento adecuados. Además, situaciones como conflictos armados, desastres naturales y desplazamientos de población agravan la propagación de la enfermedad. La falta de conciencia y educación sobre prácticas de higiene también contribuye a la transmisión continua del cólera.

Proteger a los niños de enfermedades mortales es tarea de todos. Foto: composición GLR/difusión

Proteger a los niños de enfermedades mortales es tarea de todos. Foto: composición GLR/difusión

Prevención y tratamiento: claves para salvar vidas

La prevención del cólera en niños implica garantizar el acceso a agua potable, mejorar las condiciones de saneamiento y promover prácticas de higiene adecuadas, como el lavado de manos con agua y jabón. En caso de infección, el tratamiento principal es la rehidratación oral o intravenosa para reemplazar los líquidos y electrolitos perdidos.

En algunos casos, se pueden administrar antibióticos para reducir la duración de la enfermedad.

La vigilancia epidemiológica y la educación comunitaria son fundamentales para controlar y prevenir brotes de cólera. Informar a las comunidades sobre los síntomas, las vías de transmisión y las medidas preventivas puede reducir significativamente la incidencia de la enfermedad.

Además, la implementación de programas de vacunación en áreas de alto riesgo puede ofrecer una protección adicional a las poblaciones vulnerables.