En la vida diaria, muchas personas comienzan a notar que su visión ya no es la misma: dificultad para ver de noche, ojos secos o desenfoque al leer con poca luz. Estos síntomas, comunes a medida que envejecemos, pueden impactar de manera significativa en la calidad de vida si no se tratan a tiempo o no se acompañan de hábitos adecuados.
Una buena alimentación es clave para mantener no solo el cuerpo, sino también los sentidos en óptimas condiciones. Diversos estudios señalan que ciertos nutrientes pueden prevenir el desgaste ocular, proteger la retina y ayudar a retrasar problemas degenerativos. Y una fruta, en particular, se ha ganado la atención de los expertos por su capacidad para cuidar la salud visual: La naranja.
La fruta para combatir la pérdida de visión
La naranja no solo es una fruta refrescante y versátil, también es una gran fuente de vitamina A gracias a su contenido en carotenoides como el beta-caroteno, que el cuerpo transforma en esta vitamina esencial. La vitamina A es fundamental para mantener la salud de la retina y formar rodopsina, una proteína clave para la visión nocturna. Por eso, su consumo frecuente puede ayudar a prevenir la ceguera nocturna y otros problemas visuales asociados a la edad.
Además, la naranja contiene abundante vitamina C, un antioxidante que protege las células oculares del daño provocado por los radicales libres. Este efecto puede disminuir el riesgo de padecer enfermedades como las cataratas y la degeneración macular relacionada con la edad, dos de las principales causas de deterioro visual en adultos mayores. Así lo respalda la Fundación Española de Nutrición (FEN), que destaca esta fruta como parte de una dieta preventiva para mantener una buena visión.
Beneficios neurológicos y cardiovasculares de la naranja
El poder antioxidante de la naranja no se limita a la vista. Su combinación de vitamina C y flavonoides también aporta beneficios al cerebro.
El poder antioxidante de la naranja no se limita a la vista. Su combinación de vitamina C y flavonoides también aporta beneficios al cerebro, ayudando a prevenir el daño oxidativo relacionado con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Estos compuestos no solo protegen las neuronas, sino que también mejoran la función cognitiva.
Por otro lado, esta fruta cítrica aporta ácido fólico, importante para la renovación celular; fibra, que ayuda a reducir el colesterol y mejorar la digestión; y compuestos que favorecen la salud del corazón. Incorporar naranjas a la dieta diaria no solo es fácil, también es una forma efectiva de cuidar tu bienestar general desde la alimentación.
