En el universo de las redes sociales, cada detalle comunica. La foto de perfil, ese pequeño recuadro que nos representa ante el mundo digital, tiene más carga simbólica de la que muchos imaginan. Según la psicología, optar por una imagen de una mascota —en lugar del propio rostro— revela aspectos emocionales y sociales de quien la elige.
Un estudio reciente de la Universidad de Saint Mary’s en Halifax, Canadá, reveló que las personas que eligen fotos de sus mascotas como imagen de perfil tienden a priorizar vínculos afectivos seguros, buscan transmitir calidez, empatía y, en muchos casos, desean desviar la atención de sí mismas.
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Mascotas: reflejo emocional y escudo digital
“Usar una mascota como foto de perfil en redes sociales puede reflejar una fuerte identificación emocional con el animal, pero también una necesidad de protección emocional o discreción”, explica la psicóloga argentina Clara Molina, especialista en vínculos digitales.
Además, un informe publicado en Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking sostiene que estas elecciones están asociadas a una imagen más confiable y cercana para el resto de los usuarios. No es casual que muchas personas asocien este tipo de perfiles con ternura, honestidad y sensibilidad.
Los dueños de perros y gatos tienen diferentes características, según la Universidad de Carroll. Foto: composición GLR/difusión
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¿Hay diferencias si uso un perro, un gato u otra mascota?
Existen diferencias sutiles en la percepción de las personas según el tipo de mascota que eligen mostrar en su foto de perfil. Un estudio de la Universidad de Carroll en Wisconsin (EE.UU.) reveló que los dueños de perros tienden a ser más extrovertidos, sociables y activos, mientras que los dueños de gatos suelen destacar por su sensibilidad, independencia y creatividad.
Estas diferencias pueden influir en cómo otros usuarios interpretan la imagen que proyectas en redes sociales.