Cómo ayudar a tus hijos a fortalecer su cerebro sin estrés ni pantallas.
Cómo ayudar a tus hijos a fortalecer su cerebro sin estrés ni pantallas. Composición LR

Así puedes ayudar a tus hijos a esculpir su cerebro desde pequeños, sin pantallas ni estrés

| 17 abril 2025

El desarrollo cerebral en niños y adolescentes es una etapa fascinante y, a la vez, decisiva para su bienestar futuro. Lejos de ser un proceso aleatorio, cada experiencia, emoción y hábito diario puede influir directamente en cómo se construyen sus conexiones neuronales.

Nazareth Castellanos, doctora en neurociencia y autora del libro El puente donde habitan las mariposas, plantea una propuesta poderosa: enseñarles a los niños a respirar de forma consciente no solo calma emociones, sino que literalmente modula el cerebro, fortaleciendo la atención, la memoria, el autocontrol y la resiliencia emocional.

Respirar bien es pensar mejor

Castellanos explica que la respiración tiene la capacidad de moldear las áreas del cerebro asociadas a la emoción, el estrés y la toma de decisiones. "El cuerpo puede ser un refugio para la mente", afirma la científica, que ha trabajado en instituciones como el King’s College de Londres y el Instituto Max Planck.

El desarrollo cerebral en niños y adolescentes es una etapa fascinante y, a la vez, decisiva para su bienestar futuro.

El desarrollo cerebral en niños y adolescentes es una etapa fascinante y, a la vez, decisiva para su bienestar futuro.

Desde la Fundación que lidera, están desarrollando protocolos científicos de respiración para introducir en las escuelas, permitiendo que los más pequeños accedan a una herramienta poderosa para autorregularse desde temprana edad.

Plasticidad cerebral y fuerza de voluntad

La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene el cerebro de adaptarse y reorganizarse a partir de las experiencias. En niños y adolescentes, esta habilidad es aún más potente. Al brindarles recursos como la autoobservación y la respiración consciente, les estamos ayudando a formar redes neuronales más eficientes para la cognición, la memoria, la atención y la gestión emocional.

De igual manera, Nazareth propone no sobreproteger, sino enseñarles a cuidarse. La fuerza de voluntad se entrena con pequeñas decisiones diarias, como reconocer una emoción intensa y tomar una pausa para respirar. Esto no solo refuerza el autocontrol, sino que también genera autoestima y seguridad emocional.

Resiliencia emocional

La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene el cerebro de adaptarse y reorganizarse a partir de las experiencias.

La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene el cerebro de adaptarse y reorganizarse a partir de las experiencias.

Incluso cuando un niño enfrenta dificultades, su cerebro puede adaptarse y salir fortalecido. Castellanos cita al psicólogo George Bonanno, quien sostiene que las referencias externas: como un maestro, un entrenador o un familiar, pueden ser claves para generar resiliencia y transformación positiva.

El impacto del adulto en el desarrollo infantil

Los padres y educadores tienen un rol fundamental, pero deben comenzar por entender su propio cerebro. “No podemos enseñar lo que no practicamos”, dice Castellanos. Si queremos que nuestros hijos respiren, observen y se cuiden, primero debemos hacerlo nosotros. Solo así se podrá crear una red de aprendizaje real entre generaciones.

Un nuevo enfoque educativo

Según la experta, la educación del siglo XXI no puede limitarse a lo académico. Hay que enseñar a los niños a gestionar su mundo interno, y eso comienza por reconocer que el bienestar emocional es tan importante como la nutrición o el ejercicio físico.

Programas de respiración consciente, espacios de silencio en las aulas, y el ejemplo adulto son herramientas poderosas para que cada niño encuentre su propio equilibrio.