El folato —también llamado vitamina B9— es un nutriente esencial que participa en procesos celulares fundamentales como la producción de ADN, la formación de glóbulos rojos y el desarrollo del sistema nervioso.
Aunque su papel es ampliamente reconocido durante el embarazo, especialistas en salud insisten en que todas las mujeres en edad fértil deben consumirlo de forma adecuada incluso antes de concebir, ya que muchos defectos del tubo neural ocurren en las primeras semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún desconocen que están embarazadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de suplementos de ácido fólico —la forma sintética del folato— como estrategia para prevenir la espina bífida, la anencefalia y otras malformaciones del sistema nervioso fetal. Además, el National Institutes of Health (NIH) sugiere una ingesta diaria de 400 microgramos (mcg) para mujeres adultas y 600 mcg durante el embarazo.
Alimentos ricos en folato: qué incluir en tu dieta
De acuerdo con la Clínica Universidad de Navarra (CUN), una dieta rica en verduras de hoja verde, legumbres, frutas cítricas, aguacates y cereales integrales puede cubrir las necesidades diarias de folato.
Las espinacas, las lentejas, el brócoli y la naranja están entre los alimentos más recomendados. Muchos productos industriales, como harinas y cereales, también son fortificados con ácido fólico para asegurar un consumo mínimo en la población.
Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México destaca el papel de alimentos como el maíz fortificado y el frijol como fuentes naturales de vitamina B9, subrayando la importancia de mantener una alimentación variada y equilibrada desde edades tempranas.

El folato ayuda a disminuir los niveles de homocisteína y evitar enfermedades cardiovasculares. Foto: composición GLR/difusión
Más allá del embarazo: beneficios cardiovasculares y celulares
Los beneficios del folato no se limitan a la salud reproductiva. Según Medical News Today, esta vitamina ayuda a reducir los niveles de homocisteína, un aminoácido que, en exceso, puede dañar las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
También se ha vinculado su consumo adecuado con una menor incidencia de ciertos tipos de cáncer, como el de colon y mama, gracias a su función en la renovación celular y la protección del ADN.