El hígado graso, una condición cada vez más común en el mundo moderno debido al sedentarismo, el sobrepeso y la mala alimentación, puede avanzar silenciosamente hasta convertirse en una cirrosis hepática. Frente a este panorama, la ciencia y la medicina tradicional vuelven la mirada a una solución milenaria: el cardo mariano.
Esta planta medicinal, conocida por su principio activo llamado silimarina, ha sido utilizada durante siglos en distintas culturas para proteger y regenerar el hígado. Hoy, expertos en medicina natural y nutrición la recomiendan como parte de un enfoque integral para combatir el hígado graso y prevenir complicaciones más graves.

Plantas medicinales, aliados naturales para la salud hepática. Foto: composición GLR/difusión
¿Qué dice la ciencia?
Estudios publicados en revistas científicas especializadas, como Phytomedicine y Journal of Hepatology, han demostrado que la silimarina tiene potentes propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antifibróticas. Estos efectos contribuyen a reducir el daño celular en el hígado, evitar la acumulación de grasa y frenar la progresión hacia enfermedades crónicas como la cirrosis.
Algunos especialistas en fitoterapia coinciden en que el cardo mariano puede ser una herramienta útil en tratamientos complementarios, siempre bajo supervisión médica.
¿Cómo se consume?
El cardo mariano se puede consumir en infusión, cápsulas, tinturas o incluso como extracto concentrado. Aunque es un producto natural, los especialistas recomiendan consultar con un profesional de salud antes de incluirlo en la dieta, sobre todo en personas que ya toman medicamentos para el hígado.
En declaraciones recogidas por El Peruano, médicos de medicina alternativa del Instituto de Medicina Tradicional del Perú explican que el uso continuo de esta planta puede mejorar marcadores hepáticos y promover una mejor digestión y metabolismo de las grasas.
Alimentación, bienestar y prevención
El uso de plantas medicinales como el cardo mariano debe formar parte de un plan más amplio de cambios en el estilo de vida. Una alimentación balanceada, baja en azúcares y grasas saturadas, rica en frutas, vegetales y antioxidantes, junto con actividad física regular, son esenciales para revertir el hígado graso y mejorar el bienestar general.