En el mundo de la nutrición, los alimentos naturales han demostrado ser una fuente inagotable de beneficios para la salud. Entre ellos, las manzanas y las naranjas destacan no solo por su sabor refrescante, sino también por su capacidad para aliviar el dolor articular y fortalecer el sistema inmunológico.
Diversos estudios y especialistas en nutrición han resaltado las propiedades de estos frutos, convirtiéndolos en aliados esenciales para una vida saludable.

Las naranjas y las manzanas tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Foto: composición GLR/difusión
La piel de la manzana: un escudo contra el dolor articular
De acuerdo con el portal especializado Nutrition Facts, la piel de la manzana contiene quercetina y ácido ursólico, dos compuestos con potentes propiedades antiinflamatorias. Estas sustancias ayudan a reducir la inflamación en las articulaciones y pueden ser un remedio natural eficaz para quienes padecen enfermedades como la artritis.
Un estudio publicado en la misma fuente demostró que el consumo regular de piel de manzana puede contribuir a disminuir el dolor articular crónico, mejorando la movilidad y calidad de vida de los pacientes.
Las naranjas y su impacto en el sistema inmunológico
Las naranjas, por su parte, son reconocidas por su alto contenido en vitamina C, un nutriente esencial para reforzar el sistema inmunológico. El consumo diario de esta fruta ayuda a prevenir infecciones, resfriados y otras enfermedades virales. Además, la presencia de flavonoides en las naranjas contribuye a reducir la inflamación en el organismo y a mejorar la circulación sanguínea.

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La combinación perfecta para la salud integral
La combinación de manzanas y naranjas en la dieta diaria ofrece una sinergia poderosa para la salud. Mientras la manzana ayuda a combatir el dolor articular y protege las encías, las naranjas refuerzan las defensas del organismo y mejoran la absorción de hierro.
Según la Fundación Española de Nutrición, incluir estas frutas en la alimentación regular no solo aporta vitaminas y minerales esenciales, sino que también previene enfermedades crónicas.
Para aprovechar al máximo sus beneficios, los expertos recomiendan consumir la manzana con su piel y optar por naranjas frescas o su jugo natural sin azúcar añadido. Ya sea en ensaladas, batidos o como snacks saludables, estas frutas pueden ser una opción deliciosa y funcional para mantener un cuerpo fuerte y saludable.