La doctora Diana Rizzolo advierte que una persona puede entrenar una hora al día y seguir siendo sedentaria.
La doctora Diana Rizzolo advierte que una persona puede entrenar una hora al día y seguir siendo sedentaria. Composición LR

Hacer ejercicio no te libra del sedentarismo, advierte la especialista en obesidad, Diana Rizzolo

| 08 abril 2025

Puede que vayas al gimnasio todos los días o que te esfuerces por entrenar una hora al día, pero eso no significa que lleves un estilo de vida activo. Así lo advierte Diana Rizzolo, doctora especializada en obesidad y salud metabólica, quien ha sido clara en una reciente participación en el podcast MEET&GRIT: “Una persona sedentaria que entrena una o dos horas al día sigue siendo una persona sedentaria.”

La clave está en lo que ocurre fuera del entrenamiento. Rizzolo explica que existe un componente llamado NEAT (Non-Exercise Activity Thermogenesis), que representa todo el gasto energético diario que proviene de actividades cotidianas como caminar, subir escaleras, cocinar o incluso movernos mientras trabajamos.

El poder del NEAT en tu gasto energético diario

A diferencia del ejercicio estructurado, el NEAT no se percibe como “entrenamiento”, pero es esencial para combatir el sedentarismo y cuidar la salud metabólica. Por eso, incluso si entrenas, puedes seguir siendo sedentario si tu día a día es mayormente inactivo.

 El NEAT no se percibe como “entrenamiento”, pero es esencial para combatir el sedentarismo.

El NEAT no se percibe como “entrenamiento”, pero es esencial para combatir el sedentarismo.

El NEAT incluye todos esos pequeños movimientos que realizamos a lo largo del día fuera del entrenamiento estructurado: caminar, subir escaleras, estar de pie, hacer tareas domésticas, o incluso moverse más mientras trabajamos.

Diana señala que este tipo de actividad tiene un impacto significativo en el gasto energético diario. “El mayor gasto energético total proviene del NEAT y no tanto del ejercicio formal”, dijo resaltando la importancia de incorporar estos hábitos activos en nuestra rutina diaria para evitar los efectos negativos del sedentarismo.

Adoptar una mentalidad activa en la vida cotidiana

El mensaje de Diana Rizzolo es claro: no basta con entrenar duro, también es fundamental incorporar el movimiento en nuestra rutina diaria. “No se trata solo de hacer ejercicio en el gimnasio, sino de moverse más en todo momento”, afirma.

El mensaje de Diana Rizzolo es claro: no basta con entrenar duro, también es fundamental incorporar el movimiento en nuestra rutina diaria.

El mensaje de Diana Rizzolo es claro: no basta con entrenar duro, también es fundamental incorporar el movimiento en nuestra rutina diaria.

La doctora comparte un ejemplo práctico de cómo integrar más actividad física sin necesidad de hacer entrenamientos adicionales: “Yo al final estoy todo el día sentada. ¿Y qué hago? Dejo la moto en casa cuando llego del trabajo y me voy caminando hasta el box, que está a 20 minutos. Luego, regreso caminando. Usar la moto para ir a la puerta del box y luego volver en ella a casa, en realidad, es una estupidez”.

Este enfoque implica adoptar hábitos pequeños pero efectivos para evitar el sedentarismo. Incorporar paseos, evitar el ascensor, estacionar el coche más lejos o levantarse con frecuencia del escritorio son cambios sencillos que, a largo plazo, pueden hacer una gran diferencia en nuestra salud metabólica. Así, cada acción cuenta, no solo el tiempo dedicado al ejercicio estructurado.

¿Por qué entrenar no es suficiente?

Estudios demuestran que, incluso quienes entrenan varias veces a la semana, pueden sufrir las consecuencias del sedentarismo si pasan el resto del día sentados. Este fenómeno, conocido como "sedentarismo activo", preocupa cada vez más a los especialistas en salud pública. Diana Rizzolo destaca que la verdadera actividad física saludable no se limita al ejercicio.

“Entrenar es importante, pero si pasas el resto del día sin moverte, sigues siendo sedentario”, explica la doctora, subrayando la necesidad de mantenerse activo durante todo el día.