El viento: un agresor silencioso para tu piel.
El viento: un agresor silencioso para tu piel. Foto: composición GLR/difusión

¿El viento reseca tu piel? Descubre cómo proteger tu rostro de las agresiones climáticas

| 12 abril 2025

El viento, especialmente en épocas frías o secas, no solo desordena tu cabello: también tiene un impacto directo en la piel del rostro. Según el laboratorio Primaderm, el viento puede generar “microerosiones” en la barrera cutánea, provocando tirantez, enrojecimiento y pérdida de hidratación. Además, actúa como un factor externo que, junto al cambio climático, intensifica las agresiones a la piel expuesta.

Las zonas más afectadas suelen ser las mejillas, labios y contorno de ojos, donde la dermis es más fina. “Una piel debilitada es más propensa a sufrir irritaciones, brotes de acné o rojeces”, afirma la dermatóloga Dra. Paula Rosso, del Centro Médico Estético Lajo Plaza.

Es importante beber mucha agua para hidratar al cuerpo. Foto: composición GLR/difusión

Es importante beber mucha agua para hidratar al cuerpo. Foto: composición GLR/difusión

Rutina de cuidado del rostro frente al viento

Proteger el rostro frente al viento requiere una rutina de cuidado de la piel específica. La limpieza debe ser suave, sin agentes agresivos que puedan alterar el pH. Se recomienda el uso de cremas nutritivas con ingredientes como ácido hialurónico, ceramidas y niacinamida, que ayudan a reparar la barrera cutánea.

Según Elle España, entre las mejores cremas para combatir la piel seca están la Crème Riche de CeraVe, la Tolérance Control de Avène y la Ultra Facial Cream de Kiehl’s, por su capacidad de retención de agua y acción calmante.

También es importante aplicar protección solar, incluso en días nublados, ya que el viento no bloquea los rayos UV. “El sol y el viento son una combinación que potencia el daño oxidativo en la piel”, advierte la farmacéutica especializada en dermocosmética Marta Masi.

Hidratación y hábitos que suman

Además de los cosméticos, una buena hidratación interna —bebiendo suficiente agua— y una dieta rica en antioxidantes ayudan a mantener una piel saludable desde el interior. Evitar duchas muy calientes, no abusar de exfoliantes y usar bálsamos labiales con protección solar son otras medidas clave.