La hibristofilia es un fenómeno psicológico que ha intrigado a expertos en comportamiento humano durante décadas. Este término, instaurado por el psicólogo John Money, describe la atracción sexual o emocional que algunas personas sienten por criminales, incluyendo asesinos convictos.
Casos notables, como los de Ted Bundy y Richard Ramirez, han puesto en el foco esta conducta, ya que ambos recibieron miles de cartas de admiración y propuestas matrimoniales mientras estaban en prisión.

Algunas mujeres visitan las cárceles porque se sienten atraídas por criminales. Foto: composición GLR/difusión
Según la investigación de Evidentia University, el inconsciente juega un papel fundamental en la percepción de estos criminales como figuras de poder y protección, a pesar de su peligrosidad. La BBC también ha documentado casos en los que esta atracción puede convertirse en una obsesión patológica, llevando a relaciones que pueden poner en peligro la integridad de la persona que la experimenta.
Factores psicológicos detrás de la hibristofilia
La atracción por criminales se ha relacionado con diversos factores psicológicos, entre ellos:
- Deseo de "salvar" o cambiar a la persona: algunas personas creen que su amor puede rehabilitar al criminal.
- Atracción por el peligro y la adrenalina: la emoción de estar cerca de alguien peligroso puede generar una sensación de excitación.
- Baja autoestima y dependencia emocional: algunas mujeres buscan relaciones con criminales como una forma de validación personal.
- Influencia de los medios de comunicación: la romantización de criminales en la cultura popular puede distorsionar la percepción de su peligrosidad.
El caso de Joran Van der Sloot en Perú es un ejemplo reciente de este fenómeno, ya que, a pesar de su historial criminal, sigue recibiendo visitas y muestras de interés de mujeres atraídas por su perfil.

Conoce cuáles son los riesgos de la hibristofilia. Foto: composición GLR/difusión
Riesgos y consecuencias de la hibristofilia
La hibristofilia puede llevar a relaciones altamente destructivas, donde las personas involucradas se exponen a riesgos físicos, emocionales y psicológicos. Los expertos advierten que este tipo de atracciones pueden escalar a conductas peligrosas, incluyendo violencia doméstica o manipulación psicológica.
Los expertos en criminología y psicología recomiendan que quienes experimenten este tipo de atracción busquen ayuda profesional. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de patrones de relación disfuncionales.