Originaria del noreste de China y con más de dos mil años de historia, la kombucha es una bebida fermentada a base de té negro o verde y azúcar, a la que se añade una colonia simbiótica de bacterias y levaduras conocida como SCOBY. Esta fermentación natural da como resultado una bebida ligeramente efervescente, ácida y rica en compuestos bioactivos.
Este brebaje ha sido valorado tradicionalmente por sus propiedades para fortalecer el sistema inmune y promover la longevidad. Hoy, la ciencia moderna y las tendencias en salud y nutrición lo han rescatado y posicionado como un superalimento del siglo XXI.

Puedes probar la kombucha en distintos sabores. Foto: composición GLR/difusión
Probióticos que mejoran tu salud intestinal
Uno de los grandes beneficios de la kombucha es su alto contenido en probióticos, microorganismos vivos que ayudan a equilibrar la microbiota intestinal. Una microbiota sana se traduce en mejor digestión, mayor absorción de nutrientes y un sistema inmune más fuerte.
Estudios como "Mineral and Water Soluble Vitamin Content in the Kombucha Drink" han evidenciado que esta bebida contiene vitaminas del grupo B (como B1, B2, B6 y B12), ácido fólico y minerales esenciales como hierro, zinc y magnesio, claves para el bienestar general.
Además, investigaciones recientes destacan su posible rol en la reducción de la inflamación intestinal y en la prevención de enfermedades digestivas crónicas.
Aliada de la alimentación consciente
El auge de la kombucha se enmarca en un contexto global de mayor conciencia sobre la alimentación saludable. Según el Heraldo de Aragón, cada vez más personas optan por bebidas funcionales como esta, que combinan sabor con beneficios nutricionales. Algunos, incluso, la incorporan como parte de planes para controlar el peso, gracias a su bajo contenido calórico y efecto saciante.
También destaca su papel como sustituto natural de los refrescos industriales, aportando una opción refrescante sin azúcares añadidos ni conservantes artificiales.
Un boom de sabor, salud y tendencias
La kombucha ha trascendido su estatus de “bebida alternativa” para convertirse en una tendencia de consumo global porque no solo atrae por sus propiedades, sino por su versatilidad en sabores: jengibre, frutos rojos, limón, menta, cúrcuma y más.
Hoy, marcas artesanales y grandes empresas la están incluyendo en sus catálogos, mientras crece la comunidad de consumidores que la fermentan en casa como parte de un estilo de vida saludable y sostenible.