El colágeno es una proteína esencial para el cuerpo, ya que aporta firmeza y protección a los tejidos, desde la piel hasta los vasos sanguíneos, articulaciones y huesos. Sin embargo, a partir de los 40 años, su producción natural comienza a disminuir; por lo que es fundamental obtenerlo de fuentes externas. Aunque los suplementos pueden ser una opción, lo ideal es recurrir a fuentes naturales para garantizar su absorción y beneficios.
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Entre los alimentos que favorecen la producción de colágeno, los frutos secos destacan como una excelente alternativa. Además de ser fáciles de incluir en la dieta diaria, aportan nutrientes esenciales que estimulan la síntesis de esta proteína. Tanto en Perú como en distintos países del mundo, su consumo es muy común, lo que los convierte en una opción accesible y saludable para mantener la piel, las articulaciones y los tejidos en óptimas condiciones.
Frutos secos ideales para cuidar la piel y estabilizar la glucosa
Las almendras, anacardos y nueces pecanas, ampliamente consumidos en América y muy utilizados en la repostería, no solo aportan un delicioso sabor, sino que también son una excelente fuente de nutrientes esenciales. Para aprovechar al máximo sus beneficios, se recomienda un consumo diario de aproximadamente 30 gramos.
Frutos secos ideales para cuidar la piel y estabilizar la glucosa.
Las almendras sobresalen por su alto contenido de vitamina E, un potente antioxidante que protege las células del daño oxidativo. Además, son ricas en zinc, un mineral clave para la producción de colágeno, y en omega-3, un nutriente fundamental para la salud de la piel y las articulaciones.
Los anacardos, por su parte, destacan por su aporte de cobre, un mineral esencial para la síntesis de colágeno y el mantenimiento de una piel saludable. También contienen grasas saludables que ayudan a reducir el colesterol LDL (colesterol malo) y los triglicéridos. Según un estudio del NIH, su consumo podría contribuir al control del azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2.
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De igual manera, las nueces pecanas, además de su inconfundible sabor, son una gran fuente de fibra, antioxidantes y omega-9, un ácido graso beneficioso para la salud cardiovascular. Incluirlas en una dieta equilibrada puede favorecer la protección del corazón y la reducción del estrés oxidativo en el organismo.
