El baile como medicina para el cerebro.
El baile como medicina para el cerebro. Foto: composición GLR/difusión

¿Bailar puede prevenir el deterioro cognitivo y el estrés? La neurociencia responde

|31 mayo 2025

Bailar ya no es solo una expresión artística o una forma de ejercicio. La neurociencia ha comenzado a demostrar con solidez que moverse al ritmo de la música puede tener efectos profundos en la salud mental y cerebral.

De acuerdo con un artículo publicado en Vanitatis, varios estudios científicos avalan que bailar estimula numerosas áreas del cerebro al mismo tiempo, mejorando la coordinación, la memoria y la capacidad de atención.

Esta actividad activa el sistema límbico —relacionado con las emociones—, así como la corteza motora, el cerebelo y el hipocampo, regiones clave en los procesos de memoria y aprendizaje, lo cual ayuda a prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Un escudo natural contra el estrés

Además de sus efectos sobre la memoria, el baile también actúa como una potente herramienta para reducir el estrés. Según la neurocientífica Lucy Vincent, citada en el artículo, bailar contribuye a liberar dopamina, serotonina y oxitocina, neurotransmisores asociados con el placer, la conexión social y la relajación.

En palabras de Vincent, “el movimiento con ritmo ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y a reforzar el vínculo con uno mismo y con los demás”.

De ahí que muchas terapias modernas incluyan la danza como parte de tratamientos para la ansiedad, la depresión y trastornos neurológicos como el Parkinson o el Alzheimer.

Descubre los beneficios de bailar. Foto: GLR

Descubre los beneficios de bailar. Foto: GLR

Estudios científicos respaldan sus beneficios

Diversas universidades en el mundo han profundizado en los beneficios cognitivos del baile. Un estudio publicado por el New England Journal of Medicine demostró que las personas mayores que bailaban con frecuencia tenían un 76% menos de probabilidades de desarrollar demencia, en comparación con quienes no practicaban esta actividad.

Asimismo, la Universidad de Heidelberg en Alemania encontró que los pacientes con enfermedades neurodegenerativas que participaban en sesiones regulares de danza experimentaban mejoras significativas en equilibrio, orientación espacial y bienestar emocional.