Las personas que llegan siempre temprano suelen ser vistas como responsables y organizadas. Según la especialista en gestión del tiempo Diana DeLonzor, estas personas poseen un alto nivel de autocontrol y una percepción precisa del tiempo, lo que les permite evitar la procrastinación y cumplir con sus compromisos de manera eficiente.
Ansiedad y necesidad de control: el otro lado de la puntualidad extrema
Sin embargo, la puntualidad excesiva también puede estar relacionada con la ansiedad y una necesidad de control. El psicólogo Oliver Burkeman señala que llegar muy temprano puede reflejar una preocupación excesiva por agradar a los demás y un deseo de evitar cualquier imprevisto. Esta actitud puede generar tensiones internas y una sensación de estar perdiendo el tiempo.
La puntualidad extrema puede estar influenciada por diversos factores, como el perfeccionismo, la ansiedad social y la necesidad de mantener el control. Estos individuos pueden temer ser juzgados negativamente si llegan tarde, lo que los lleva a tomar precauciones excesivas para evitar cualquier situación que pudiera causar una impresión desfavorable.

Descubre qué significa ser puntual al extremo. Foto: composición GLR/difusión

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¿Qué significa ser una persona extremadamente puntual según la psicología?
Ser una persona extremadamente puntual, según la psicología, puede reflejar una combinación de responsabilidad, autodisciplina y respeto por el tiempo ajeno. Sin embargo, también puede estar vinculada a una necesidad excesiva de control y al temor de ser percibido como irresponsable o ineficiente.
La psicóloga Diana DeLonzor, autora de Never Be Late Again, señala que muchas personas puntuales lo son porque poseen una fuerte aversión al caos y una percepción aguda del tiempo, lo que les permite planificarse con gran precisión.
No obstante, detrás de esta conducta también puede esconderse ansiedad social o perfeccionismo. Un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología (APA) indica que la puntualidad extrema a veces funciona como un mecanismo para evitar situaciones estresantes o impredecibles, actuando como una forma de autoprotección emocional.
Además, investigaciones de la Universidad de Washington destacan que ciertas personas puntuales lo hacen para mantener una imagen idealizada ante los demás, buscando validación y seguridad a través del cumplimiento estricto de normas sociales.