Dormir una necesidad biológica esencial que permite al cuerpo y al cerebro repararse y mantenerse en equilibrio. Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores del Centro de Circuitos Neuronales y Comportamiento de la Universidad de Oxford, y publicado en la revista Nature, aporta nueva evidencia sobre el papel del sueño: se activa como una respuesta ante el daño celular, particularmente en las mitocondrias, conocidas como las "centrales energéticas" de nuestras células.
Utilizando moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) como modelo, por tener un sistema nervioso simple pero funcional y comparable al humano, los científicos identificaron que la falta de sueño genera estrés y desequilibrio en las mitocondrias de las neuronas encargadas de regular el descanso. Este “agotamiento energético” celular activa un mecanismo que obliga al cuerpo a dormir, funcionando como un interruptor biológico. Durante el sueño, esas alteraciones se revierten, lo que confirma que dormir es, literalmente, una forma de recargar el cerebro.
Síntomas físicos, mentales y emocionales de la falta de sueño
Según los investigadores, el deterioro que causa el insomnio va mucho más allá del cansancio. Cuando el cuerpo acumula horas de vigilia, comienzan a aparecer síntomas que afectan directamente la calidad de vida. Algunos de los más frecuentes incluyen:

La falta de sueño prolongada puede desencadenar síntomas cognitivos, físicos y emocionales difíciles de revertir.
- Falta de concentración y problemas de memoria: el cerebro fatigado procesa más lento y retiene menos información.
- Cambios de humor e irritabilidad: la regulación emocional se ve alterada, generando mayor ansiedad, estrés y tendencia a la depresión.
- Disminución de la capacidad de reacción: aumenta el riesgo de accidentes por reflejos lentos, especialmente al conducir o manejar maquinaria.
- Fatiga crónica: el cuerpo no se recupera ni regenera adecuadamente, lo que causa agotamiento físico persistente.
Además, estudios previos ya habían demostrado que la privación prolongada del sueño eleva el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, problemas cardiovasculares y trastornos metabólicos.
¿Cuándo consultar al médico por trastornos del sueño?
Dormir mal de manera ocasional puede estar relacionado con etapas de estrés o cambios en la rutina. Sin embargo, si los problemas para descansar se vuelven frecuentes o afectan el funcionamiento diario, es importante buscar ayuda médica. Los especialistas recomiendan acudir al médico si se presentan:

Dormir bien no solo mejora la memoria y el ánimo, también protege al cerebro del desgaste energético celular.
- Insomnio tres o más veces por semana durante al menos un mes.
- Dificultad constante para conciliar el sueño o despertares nocturnos repetitivos.
- Sensación de sueño no reparador, incluso durmiendo lo suficiente.
- Somnolencia excesiva durante el día, al punto de quedarse dormido involuntariamente.
- Ronquidos fuertes o pausas respiratorias al dormir, señales de posible apnea del sueño.
- Cambios repentinos en el patrón de sueño o el estado de ánimo vinculados al descanso.
El nuevo enfoque científico que vincula el sueño con la energía celular demuestra que no se trata solo de descansar, sino de una necesidad evolutiva crítica para que el cerebro y el cuerpo no entren en crisis. Dormir bien, entonces, es también una forma de prevenir daños irreversibles en la salud.