Descubren en el ADN una mutación que reduce la necesidad de dormir.
Descubren en el ADN una mutación que reduce la necesidad de dormir. Composición LR

Científicos revelan que se puede vivir sin dormir: descubren en el ADN una mutación que reduce la necesidad de descanso

|11 mayo 2025

La ciencia continúa desvelando secretos sobre cómo nuestro cuerpo maneja el descanso. Un reciente descubrimiento ha dejado sorprendidos a los expertos: algunas personas han nacido con una capacidad única para dormir menos sin experimentar las consecuencias negativas que generalmente se asocian a la falta de sueño. Este hallazgo podría revolucionar la comprensión de los trastornos del sueño y allanar el camino hacia tratamientos más eficaces.

Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco ha identificado una mutación genética rara en el gen Sik3, conocida como SIK3-N783Y, que podría explicar este fenómeno. Las personas que poseen esta mutación duermen entre cuatro y seis horas por noche, sin sufrir los típicos síntomas de fatiga o problemas cognitivos que afectan a aquellos que duermen poco. Este descubrimiento podría ser un avance clave para mejorar el tratamiento de trastornos como el insomnio y la somnolencia excesiva.

¿Cómo afecta el patrón de sueño el gen Sik3?

Algunas personas han nacido con una capacidad única para dormir menos sin experimentar las consecuencias negativas que generalmente se asocian a la falta de sueño.

Algunas personas han nacido con una capacidad única para dormir menos sin experimentar las consecuencias negativas que generalmente se asocian a la falta de sueño.

El estudio, publicado en la revista PNAS, señala que esta mutación genética influye directamente en el patrón de sueño, permitiendo que quienes la poseen duerman menos sin afectar su salud. Para comprobarlo, los investigadores introdujeron la variante en ratones de laboratorio y observaron que dormían cerca de 31 minutos menos en condiciones normales, y hasta 54 minutos menos tras una leve privación de sueño, sin mostrar signos de deterioro.

La neurocientífica Ying-Hui Fu, principal autora del estudio, explicó en la revista Nature que "nuestros cuerpos continúan funcionando cuando dormimos. Se desintoxican y reparan daños. Las personas con esta mutación pueden realizar estas funciones a un ritmo más alto que el resto". Esto sugiere que el gen Sik3 desempeña un papel crucial en el manejo del sueño y podría convertirse en un objetivo terapéutico para tratar trastornos relacionados con el descanso, como el insomnio.

Beneficios y desafíos de esta mutación genética

Este avance en la genética del sueño no solo abre puertas para mejorar tratamientos, sino que también desafía nuestra comprensión sobre cuánto es realmente necesario dormir para mantenernos saludables.

Este avance en la genética del sueño no solo abre puertas para mejorar tratamientos, sino que también desafía nuestra comprensión sobre cuánto es realmente necesario dormir para mantenernos saludables.

Además de permitir que quienes poseen la mutación duerman menos horas, hay otro aspecto sorprendente: aquellos que duermen más de las horas que su cuerpo requiere, es decir, más de seis, experimentan malestar. Esto sugiere que su reloj biológico funciona de manera diferente al de la mayoría de las personas. Esta condición, conocida como sueño corto natural, podría ser clave para entender cómo los humanos manejan el descanso y las consecuencias de dormir en exceso o en menor cantidad.

Los expertos creen que esta mutación genética podría ser la clave para tratar trastornos del sueño como la somnolencia diurna excesiva, el insomnio y otros problemas que afectan a millones de personas en todo el mundo. Investigaciones futuras sobre el gen Sik3 y su influencia en el ciclo de sueño podrían ofrecer soluciones más efectivas para quienes luchan con estos trastornos.

Aquellos que duermen más de las horas que su cuerpo requiere, es decir, más de seis, experimentan malestar.

Aquellos que duermen más de las horas que su cuerpo requiere, es decir, más de seis, experimentan malestar.

Este avance en la genética del sueño no solo abre puertas para mejorar tratamientos, sino que también desafía nuestra comprensión sobre cuánto es realmente necesario dormir para mantenernos saludables. Si te interesa conocer más sobre este fascinante hallazgo, no dudes en seguir de cerca las investigaciones en curso.