Cocinar arroz parece una tarea simple, pero lograr que quede graneado, sabroso y con la textura ideal puede ser todo un reto. Es un alimento básico en millones de hogares, y sin embargo, muchas personas siguen luchando con un arroz que se pega o queda apelmazado. Lo que pocos saben es que un pequeño cambio en la cocción puede marcar una gran diferencia. Así lo demuestra una recomendación de la Escuela de Salud Pública de Harvard, que ha comenzado a ganar popularidad entre chefs y nutricionistas.
El truco es sencillo: añadir vinagre al agua de cocción. Aunque pueda parecer algo menor, esta práctica no solo mejora la textura del arroz, sino que también aporta beneficios para la salud y la conservación. Usado ampliamente en la cocina asiática, hoy esta técnica empieza a ganar terreno en todo el mundo por su efectividad para lograr un arroz más suelto, sabroso y duradero.
¿Por qué el vinagre mejora la textura del arroz?

El vinagre también actúa como conservante natural, ya que reduce el pH del arroz cocido.
El secreto detrás de este truco está en el ácido acético, el compuesto activo del vinagre. Este ácido actúa directamente sobre el almidón del arroz, evitando que se libere en exceso durante la cocción. Así, se retrasa el proceso de gelatinización, lo que da como resultado un arroz más suelto y fácil de servir. Este método ha sido validado por estudios científicos y adoptado por cocineros de renombre que buscan lograr un resultado perfecto en platos cotidianos y elaborados.
Además de mejorar la textura, el vinagre también actúa como conservante natural, ya que reduce el pH del arroz cocido. Esto retrasa la proliferación de bacterias y permite que el arroz se conserve mejor, especialmente útil cuando se preparan porciones para varios días. Así, este simple gesto no solo mejora la presentación y el sabor, sino que también optimiza el valor práctico del plato.
Beneficios del vinagre en la salud y la cocina
Según expertos de Harvard, el vinagre tiene beneficios que van más allá de lo culinario. Al ser añadido a carbohidratos como el arroz, el ácido acético contribuye a:

Según expertos de Harvard, el vinagre tiene beneficios que van más allá de lo culinario.
- Reducir los picos de glucosa después de las comidas
- Mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que favorece el control glucémico
- Aumentar la saciedad, ayudando a controlar el apetito
Estos beneficios hacen que el uso de vinagre en la cocina no solo sea útil para lograr un mejor arroz graneado, sino también para apoyar una alimentación más equilibrada. No se trata de cambiar el sabor de tus recetas, ya que en las cantidades adecuadas, el vinagre no altera el gusto del plato. Se trata de sumar un paso simple con grandes resultados tanto para el paladar como para el organismo.
Cómo aplicar este truco para un arroz perfecto
Si quieres poner en práctica este método en casa, sigue estos pasos sencillos:

El uso de vinagre en la cocina no solo sea útil para lograr un mejor arroz graneado, sino también para apoyar una alimentación más equilibrada.
- Lava bien el arroz para eliminar el exceso de almidón.
- Añade 1 o 2 cucharaditas de vinagre (de manzana o de arroz) por cada taza de arroz crudo.
- Cocina a fuego medio-bajo con la olla tapada.
- Deja reposar de 5 a 10 minutos tras la cocción.
- Sazona al gusto: el vinagre no se percibe si se usa en cantidades moderadas.
Para potenciar aún más el resultado, algunos chefs como Ferran Adrià recomiendan dejar el arroz en remojo antes de cocinarlo, mientras que Karlos Arguiñano sugiere escurrirlo y rehogarlo con ajo y aceite para intensificar el sabor. Además, elegir arroz de grano largo como el basmati o vaporizado también ayuda, ya que contienen menos almidón. Otro consejo clave: evita remover el arroz mientras se cocina, ya que eso libera almidón y hace que se apelmace.














